Deportivo Quito no tiene un juego que convenza o seduzca. Por momentos, al equipo de Fabián Bustos le cuesta sostener el ritmo y su bloque defensivo suele tener continuas desconcentraciones.
Pese a ello, el equipo sigue ganando y consolidándose en el primer puesto. Ahora tiene 17 puntos y un nada despreciable gol diferencia de +11.Ayer el rival fue el Olmedo y, salvo algunos pasajes en el inicio del segundo tiempo, no tuvo problemas para llevarse por delante a su adversario riobambeño.
Este año Deportivo Quito armó un equipo poderoso, con especial énfasis en su sector ofensivo y los resultados se están dando: anoche sus dos delanteros anotaron tantos (Maximiliano Bevacqua y Marlon de Jesús). Se sumó a la lista de goleadores Segundo Castillo, quien consiguió el tercer gol, en una confusa jugada en el área del Olmedo.
El cuadro azulgrana intentó imponer sus condiciones desde el inicio del partido utilizando la sociedad Luis Saritama y Juan Carlos Paredes. El lojano aporta pausa y talento. Paredes lo complementa con su velocidad, con sus centros permanentes y sus desbordes por la derecha.
Fruto de esta asociación llegó el primer tanto de los chullas. Un centro de Paredes fue definido en el área por Bevacqua, el jugador más efectivo del Quito: el argentino ha jugado ocho partidos en el campeonato, ha marcado seis tantos y es el máximo romperredes del torneo ecuatoriano.
Con la ventaja, Deportivo Quito intentó replegarse, invitando a su rival a adelantar sus líneas. Alfredo Ramúa, junto a Gonzalo Pizichillo y el juvenil Jacob Murillo se daban modos para generar jugadas de peligro en el arco de Marcelo Elizaga, guardameta argentino-ecuatoriano que desde este año defiende a los capitalinos. Los intentos del cuadro visitante vieron sus resultados con el remate de Andrés Vinueza que igualó el partido, 1-1.
En el segundo tiempo, Bustos mandó a la cancha a Gustavo Rodas por Jairo Campos.
Con el argentino, el elenco azulgrana tuvo más variantes ofensivas. Sin embargo, el 2-1 llegó con una jugada individual de Marlon de Jesús, quien desairó a sus rivales para marcar una vistosa anotación, celebrada ruidosamente en el estadio Olímpico Atahualpa por los 1 661 aficionados que pagaron su boleto.
El partido estaba liquidado porque el Olmedo no tuvo respuestas. Además, una fuerte neblina empezó a aparecer en el escenario capitalino. El partido tuvo que pararse 10 minutos ante la imposibilidad de los futbolistas y los espectadores de mirar la cancha y el balón.
El Quito aumentó la cuenta con un tanto de Segundo Castillo, a falta de nueve minutos para el final. El esmeraldeño celebró el tanto ensayando unos pasos de baile con sus compañeros, mientras en el palco de autoridades, Alexis Mendoza, asistente técnico de laSelección, tomaba apuntes del rendimiento del equipo.