El cuadro chulla derrotó por 6 a 1 al Independiente del Valle. La expulsión de sus dos arqueros disminuyó al elenco sangolquileño. Maximiliano Bevacqua y Luis Saritama lograron dos tantos cada uno.
Interesante, emotivo, sorpresivo. Esos tres calificativos sirven para definir el desarrollo del encuentro que protagonizaron ayer en el estadio Cantonal de Rumiñahui el dueño de casa, Independiente del Valle, y Dep. Quito.El cotejo, realizado la tarde de ayer, concluyó con la victoria contundente del cuadro de la Plaza del Teatro sobre el representante de Sangolquí por 6-1.
Fue un partido bien jugado, que empezó en medio de un aguacero que se convirtió en una llovizna persistente, y que tuvo a un Deportivo Quito más organizado, cohesionado y ambicioso.
Los 4 000 asistentes al estadio de Sangolquí fueron testigos, asimismo, de un hecho curioso que, por la trascendencia que tuvo en el resultado final, deja de ser una simple anécdota: el Independiente tuvo tres arqueros en los 96 minutos que duró el cotejo.
Librado Azcona, el portero paraguayo titular, fue expulsado luego de una falta penal en contra del delantero Marlon de Jesús que significó el tercer tanto chulla y que fue ejecutado por Bevacqua. Eso sucedió a los 41 minutos.
La sorpresa llegó de la mano del reemplazo de Azcona, Rixon Corozo, quien también fue expulsado a los 56’, luego de que agredió al mismo De Jesús, cuando este intentaba convertir un gol. Con un agravante que aumentó la torpeza del golero: el árbitro central Carlos Vera ya había sancionado la posición adelantada del delantero azulgrana.
En consecuencia, el técnico local, Julio Asad, se vio en la necesidad de ubicar al defensa Koob Hurtado como portero. Esta improvisación, sumada a los dos hombres menos que tenía el Independiente y a la evidente superioridad futbolística del D. Quito, terminó como se preveía que culminara: con Hurtado haciendo número y recogiendo tres balones de las redes de su portería. Goles que fueron convertidos por Saritama en dos ocasiones (71’ y 84’) y Michael Jackson Quiñónez cuando expiraba el partido (87’).
Independiente se adelantó en el marcador a los 4’, luego de que José Ayoví puso el remate a una gran jugada de Fernando Guerrero. Esa ventaja les duró poco a los pupilos de Asad, quienes se vieron superados en calidad y ganas por los dirigidos por Fabián Bustos, que se adueñaron del campo, la pelota y las ocasiones de gol.
Estas no tardaron en convertirse en tantos. Primero fue Bevacqua y luego Segundo Alejandro Castillo quienes derrotaron a Azcona y convirtieron el 2-1 en beneficio de los chullas. Luego repitió Bevacqua con el penal ya reseñado.
La parte final del encuentro, luego de la salida de Corozo, fue un monólogo chulla, que manejó los hilos del encuentro a su antojo e impuso su propia partitura. Y todo eso, ante la algarabía de sus simpatizantes, que llenaron la popular del estadio y salieron gritando a todo pulmón su himno de batalla característico: Y dale… Y dale… Y dale Quito dale. Fue un carnaval de goles en Sangolquí.