Una jugada llamó la atención de la Serie A italiana. Incola Rizzoli, árbitro italiano, paró el partido entre Sassuolo y Roma durante cuatro minutos para decidir si pitaba o no un penal. Es más, el árbitro pidió la opinión al delantero para salir de dudas.
Todo pasó cuando el delantero del Sassuolo, Sansone, cayó en el área mientras disputaba un balón con el central de la Roma, Betania. El árbitro no dijo nada al inicio, pero cuando fue avisado por el asistente señaló penal.
Los jugadores de la Roma protestaron la jugada. Luego, Rizzoli preguntó al delantero, Sansone, sobre la jugada. El delantero manifestó que se cayó en el área producto de un resbalón. El mismo que se dio luego de recibir un tirón de camiseta.
Tras hablar con el delantero, Rizzoli –que será el único réferi italiano en el Mundial de Brasil- decidió no pitar el penalti y el partido se reanudó con bote neutral. El cotejo, al final, fue para la Roma que ganó 2-0.