La vida de Cristiano Ronaldo fue muy calamitosa en su infancia. Su padre, Dinis Aveiro, murió alcoholizado cuando tenía 51 años. Él cuidaba el camerino del Andorinha, un club de fútbol barrial. Allí empezó a jugar Cristiano, cuando tenía 6 años.
La nota del diario español La Voz Libre, reseña esos duros momentos que vivió el delantero portugués. Tras el fallecimiento de su progenitor, su talento con el balón lo ayudó a empezar a sostener a su familia, desde su aparición en el Sporting de Lisboa, pasando por el Manchester United hasta lo que hace actualmente en el Real Madrid.
Siempre ayudó económicamente a su hermana mayor, Elma, para la tienda que posee.
También impulsó la carrera de cantante de música pop de su otra hermana, Catia. E influyó decisivamente en la rehabilitación de su hermano Hugo, adicto a las drogas, hasta ingresarlo a una clínica especializada.
La publicación de La Voz Libre, culmina destacando que su madre, Dolores, vive ahora en un elegante sector de Fincha, Sao Gozalo, en su natal Portugal.