Con la palabra B entre ceja y ceja, el Club Atlético River Plate está viviendo el peor momento en sus 110 años de vida. A punto de jugar el partido de revancha por la permanencia en la Serie A, contra Belgrano de Córdoba, el Comité de Seguridad Deportiva de Buenos Aires debatía si se lo realiza a puertas cerradas o con público este domingo en el Monumental.
La invasión a la cancha de hinchas del cuadro ‘millonario’ cuando perdía en Córdoba generó un escándalo y un debate nacional. El cotejo acabó 2-0 a favor de Belgrano, anteanoche.
River, 33 veces campeón argentino, obtuvo su último título en el 2008. Pero desde entonces se ha sumergido en una crisis que podría terminar con el descenso a segunda división y unirse a otros ‘grandes’ que perdieron en su momento la categoría, como Racing Club y San Lorenzo.
El equipo de la banda roja, dos veces campeón de la Copa Libertadores, sumó 26 puntos en el torneo Clausura 2011 y se ubicó en el noveno lugar, lo cual no le alcanzó para salvarse de jugar la promoción con Belgrano.
En Argentina, solo River, Boca Juniors e Independiente no han descendido a la segunda división.
La invasión de los hinchas de River fue repudiada por el mundo del fútbol mientras se incrementaba la tensión en Núñez, barrio donde se encuentra el club en Buenos Aires. La dirigencia decidió que cerraran sus puertas y suspendieran todas las actividades deportivas. Al cierre de esta edición, el Comité se reunía para tomar la resolución final.
Es que a pesar de que la mayoría del mundo futbolístico repudió la impunidad con que los hinchas encararon y empujaron a los jugadores sin que hubiera detenidos, no pocos afirmaron que fue un mal que benefició a River Plate. Belgrano estaba en su mejor momento del partido. Los 20 minutos que debieron esperar para reiniciar el cotejo permitieron enfriar los bríos del local y reanimar a un River desconcertado, aunque el marcador no se movió.
“¿Cómo vas a cambiar tu trabajo porque unos energúmenos te vienen a apretar? ¿En qué cabeza cabe? ¿Qué tipo de sanción y qué estamos queriendo demostrar a las otras barras? Esto es la resignación de un Estado cobarde para resolver estos temas. Estamos enseñando a nuestros hijos que para rendir (en los estudios) tienen que pasar por esto”, expresó ayer el ex árbitro y ex director de seguridad deportiva de Buenos Aires, Javier Castrilli.
Desde Córdoba, la Policía se justificó. El comisario a cargo del operativo, Carlos Giovannoni, aseguró a la prensa que “el personal actuó muy bien en ese momento, porque si se detenía a alguien podía terminar en una tragedia. Pudimos dar las garantías correspondientes para que continuara el encuentro y no se registraran más incidentes”.
Las entradas para el partido de revancha están agotadas. En los partidos considerados de alto riesgo, como un Boca-River, los policiales llegan a los 1 200. Si se juega a puertas cerradas, “iré igual.
River Plate deberá ganar con tres goles de diferencia para permanecer en la división A. Empatar o ganar por un gol de diferencia, clasificará a Belgrano.