Una crisis política en el comité organizador local (COL) de Brasil 2014 se sumó a la lista de preocupaciones de la FIFA de cara al próximo Mundial de fútbol. Según el portavoz de la FIFA, Walter Di Gregorio, las denuncias de colaboración con la dictadura militar lanzadas contra el presidente del COL, José Maria Marin, generan como mínimo malestar.
“No es agradable. Es malo para las relaciones públicas y es malo para la imagen del Mundial”, admitió en diálogo con dpa el portavoz, quien sin embargo aseguró que, al menos “por el momento”, el ente rector no planea intervenir para convencer Marin de renunciar. “Creemos que este es un tema que tiene que ver con la política y con la historia de Brasil, y que la FIFA no debe intervenir. Nosotros aceptaremos a cualquiera que esté en el comando del COL”, afirmó.
El 1 de abril, el ex futbolista y actual diputado federal Romario se presentó a la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF, también comandada por Marin) para entregar una petición con 55 000 firmas reclamando la salida del dirigente del comando del COL.
El pedido se basa en denuncias según las cuales en 1975, cuando era diputado estadual por Sao Paulo, Marin defendió medidas para frenar un supuesto sesgo opositor en la TV Cultura. Menos de dos semanas después, el director de periodismo de la emisora estatal, Vladimir Herzog, fue encarcelado y torturado hasta la muerte en una unidad militar de Sao Paulo.
Marin niega tajantemente cualquier responsabilidad en el caso y atribuye la denuncia a una campaña para desestabilizarlo. Romario se convirtió en los últimos meses en uno de los comandantes de la campaña por la salida de Marin del comando del COL, integrado además por dos ídolos del fútbol brasileño como los ex delanteros Ronaldo y Bebeto.
“¿Merecemos nosotros tener en el comando de nuestro deporte más querido, más popular, de un deporte que enorgullece a nuestro pueblo, a una persona sospechosa de involucramiento -aunque indirecto- con tortura, asesinato y la supresión de la democracia?”, se preguntó Romario, en un discurso pronunciado en marzo pasado en la Cámara Baja.
La situación de Marin es especialmente delicada, ya que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, fue encarcelada y torturada durante la dictadura que gobernó Brasil entre 1964 y 1985 y, según la prensa, evita al máximo cualquier contacto con el octogenario dirigente, quien fue un fiel aliado de los militares durante el período autoritario, y llegó a ser por diez meses gobernador designado de Sao Paulo.
También existe malestar por las relaciones de Marin con el ministro brasileño del Deporte, Aldo Rebelo, especialmente después de la divulgación por Internet de grabaciones en las que una voz atribuida a Marin critica el desempeño del político del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), el principal representante del gobierno en la preparación hacia el Mundial.
Pese a que Di Gregorio lo desmiente, el columnista político Ilmar Franco, del diario “O Globo”, aseguró esta semana que ya Rousseff decidió “unir fuerzas” con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, con el objetivo de sacar a Marin del comando del COL y reemplazarlo por Ronaldo.
Una información idéntica fue publicada hoy por el diario “Folha de Sao Paulo”, que agregó al ex jugador Leonardo a la lista de candidatos a suceder a Marin.
El torbellino político se suma a los problemas de retrasos en la preparación de Brasil, que se vuelven aún más evidentes a dos meses de la Copa Confederaciones, el “ensayo general” para el Mundial que se celebrará en seis ciudades brasileñas del 15 al 30 de junio.
En un artículo publicado en la página de la FIFA, el secretario general del ente rector, Jerome Valcke, admitió que el sistema operativo de los estadios no estará “a un 100 por ciento” en la Copa Confederaciones y volvió a advertir que la FIFA exige recibir en diciembre las 12 arenas del Mundial.
Según Di Gregorio, las preocupaciones de la FIFA se concentran principalmente en temas de infraestructura, como acceso a los estadios, funcionamiento de los aeropuertos y telecomunicaciones. “Imagínense si la tecnología 4G no está operativa y miles de periodistas escriben bellas historias y no las pueden enviar. ¿Y qué diremos a las emisoras de televisión que se compraron derechos de transmisión, si no pueden enviar su material?”, se preguntó.
Sin embargo, destacó que la FIFA optó por “confiar en el gobierno”, que asegura que todo estará listo a tiempo, y sigue convencida de que Brasil 2014 será una gran fiesta en el “país del fútbol”. “Quizás no todo estará perfecto en la Copa Confederaciones, pero esto es positivo, porque porque sabremos qué hay que arreglar con miras al Mundial”, afirmó.
El portavoz de la FIFA recordó los temores a un fracaso suelen rodear la preparación hacia los Mundiales, y que los pronósticos negativos nunca se han confirmado: “Es cierto que siempre hay una primera vez, pero no creo que la primera vez sea en 2014”.