Ángel Lizandro Cheme Ortiz y Gonzalo Javier Chila Palma se encontraron ayer por primera vez después de que estalló la polémica por una supuesta suplantación de identidad del futbolista de Liga de Quito.
Los dos coincidieron en la oficina del agente fiscal de la Unidad de Delitos Migratorios Luis Rada, quien los llamó para que dieran sus versiones de los hechos como parte de la investigación que realiza la Fiscalía del Guayas.
Cheme, volante del equipo albo y quien presuntamente suplantó la identidad del pastor evangélico Gonzalo Chila, se declaró inocente durante el interrogatorio y argumentó que fue perjudicado en los últimos siete años.
Según Édison Carrera, abogado del futbolista, en su declaración Cheme dijo que no había participado en la suplantación de identidad y tampoco en el supuesto uso doloso de la cédula de identidad para obtener su pasaporte.
Estos dos delitos son los que investiga la Unidad de Delitos Migratorios. El artículo 239 del Código Penal establece prisión de ocho días a tres meses por el delito de suplantación de identidad. El artículo 341 determina que la pena por el uso doloso de un documento público es la prisión de seis a nueve años.
El futbolista responsabilizó a Washington Ch. y a Enrique Ch., tíos del pastor. Ellos supuestamente fueron los encargados de la presunta falsificación de los documentos. Según el futbolista, Chila y sus tíos le pidieron USD 20 000 a cambio de mantener en secreto el delito.
El agente fiscal Luis Rada, reveló que ellos serán incorporados en la investigación y que tendrán que “acudir a dar su versión en los próximos días”.
En su declaración, el futbolista dijo que desconocía que se trataba de un delito cuando accedió para que los tíos de Chila realicen el trámite en el Registro Civil de Quito. Pero Xavier Roca, abogado del pastor evangélico, argumentó que “el desconocimiento de las leyes no exime a Cheme de responsabilidades penales y de las sanciones respectivas”.
La audiencia duró cerca de seis horas. Cheme estaba citado a las 08:30, pero recién a las 09:10 entró a oficina del agente fiscal. Durante su comparecencia no dio declaraciones a los periodistas por instrucciones expresas de su representante legal.