El primer ministro británico, David Cameron, alertó ayer del regreso del racismo al fútbol local. “No podemos esconderlo debajo de la alfombra”, dijo la máxima autoridad británica.
“No dudo de que el fútbol solventará este problema y el Gobierno está preparado a hacer lo que haga falta para ayudar dentro de sus posibilidades”, dijo Cameron, anfitrión ayer de una cumbre antirracismo en Londres.
“Los futbolistas pueden ser modelos fantásticos admirados por la opinión pública. El deporte tiene mucha fuerza para conseguir cosas buenas. Pero puede tener el efecto contrario. Si los niños ven comportamientos incorrectos en televisión o en el estadio, podrían imitarlos”, alertó el Primer Ministro tras los últimos incidentes racistas entre jugadores.
“Hubo un tiempo en el que el fútbol de nuestro país estuvo infectado por el racismo”, alertó para evitar volver atrás.
El defensa John Terry perdió recientemente la capitanía de la Selección inglesa porque está acusado de haber proferido insultos racistas a un rival, de lo que deberá responder ante los tribunales en julio. Podría acabar preso.
El delantero uruguayo del Liverpool Luis Suárez cumplió ocho partidos de sanción por una cuestión similar. dpa ira dgm