Llegamos a un punto del Mundial en el que es clave la determinación. Después de tanto esfuerzo, Argentina está en una situación importantísima en la que se vuelven trascendentales la tranquilidad y la seguridad. Esa seguridad que transmitió en los tres primeros cotejos.
Argentina no va a modificar el esquema ni su intención de seguir apostando por una identidad con una gran virtud: el ataque. Diego va a tratar de darle el mayor equilibrio posible al sistema en el medio y va a fortalecer aún más la defensa con los cuatro marcadores centrales.
Si no juega Verón el equipo perderá posesión de pelota, pero tendrá más recuperación. Aunque no es una comparación exacta, pero sí similar, por momentos me hace acordar al Boca de Bianchi.
En los octavos de final no fuimos tan protagonistas en el campo adversario. México fue el primer rival que quitó la pelota a Argentina. Para el juego de hoy, Di María deberá tener más protagonismo para encontrar a los atacantes.
Más allá de tener más jerarquía en los delanteros, creo que el golpe por golpe no conviene a la Argentina. En la apuesta por los tres delanteros siempre serán saludables los espacios. Hay que retroceder para atacar rápido, pero evitando jugar largo, y salir con velocidad.
El sistema de Alemania (4-2-3-1), aunque ocupa bien los espacios porque redobla las posiciones, puede dejar grietas. Los volantes externos ofensivos tienen poco recorrido hacia atrás y a los de contención les cuesta salir a los costados. Si la Selección puede encontrarle la espalda a Podolski, por ejemplo, va a lastimar.
Alemania puede ser más peligrosa cuando se defiende: con ese sistema potencia la recuperación y sale mucho más rápido. Individualmente son difíciles de marcar. Hay que proteger los espacios sin dejarlos tomar velocidad.
El partido será distinto al de 2006. Si bien los antecedentes pueden llevar a la Argentina a pensar en ese enfrentamiento, no va a pesarle. Creo que incluso será muy distinto al amistoso que jugaron en marzo. Será parejo y ojalá que el equilibrio dé vuelo a las individualidades.