Los jugadores de Emelec celebran uno de los goles anotados a Liga de Loja en el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo. Foto: Ariel Rochi, agencia API
La dirigencia de Emelec había anunciado que terminaría el campeonato jugando en Manta, inclusive usarían el estadio Jocay, en caso de disputar la final del torneo. A pesar de eso, se oficializó el estadio Reales Tamarindos, de Portoviejo, para el duelo frente a Liga de Quito.
“Tenemos un convenio y jugaremos en Manta, nos fue bien en ese estadio”, fueron las palabras del presidente del equipo, Nassib Neme, cuando se le consultó sobre un posible cambio de sede, hace dos meses.
Tras el partido que se disputó ante Liga de Loja, el pasado 25 de noviembre, en la capital manabita, la directiva cambió de opinión. Esto también fue gracias al pedido del cuerpo técnico. El estratega Omar De Felippe quedó encantado con el gramado del Reales Tamarindos.
Ese partido terminó con una goleada 4-2 a favor de los eléctricos, sobre los lojanos. El escenario se llenó, solamente de aficionados del cuadro guayaquileño y dejó más de USD 200 000 de recaudación a la ‘Garra del Oso’.
Los jugadores tuvieron la última palabra, para que el club se decida por ese estadio. De Felippe les consultó en que cancha se sintieron más cómodos; ellos apuntaron a Portoviejo.
Estas fueron sus razones:
La cancha: El estado del gramado fue una de las principales razones para que los eléctricos se decidieran por Portoviejo. En ese estadio anotaron cuatro goles, todos con jugadas a ras de piso; como les gusta.
El aforo: Según los registros de la FEF, el estadio Jocay puede recibir a 18 000 espectadores, mientras que el coloso de Portoviejo, puede albergar hasta 15 000 hinchas. A pesar de esa cifra oficial, los encargados del Reales Tamarindos, aseguran que su estadio tiene capacidad para 22 000 personas.
La hinchada: En el último partido que Emelec jugó en Manta, ante River Ecuador, el escenario lució al 40% de su capacidad. En el único juego disputado en Portoviejo, el estadio estaba lleno.