Editor deportivo trosales@elcomercio.com
Las paradojas que tiene el fútbol se hicieron comunes en el país. Liga pasó de un equipo intrascendente a uno competitivo. Independiente mostró solidez y destrezas en los días que estuvo de líder, pero le faltó dimensionar lo que tenía en sus manos. Y Barcelona ha estado en ese vaivén de ser puntero, con escenarios angustiosos por sus triunfos ajustados y, a veces, dependiendo de otros resultados.
Esas características han hecho que esta última parte del torneo sea más interesante, con partidos vibrantes y con hinchas que muestran su euforia a través de sus comentarios en redes sociales.
Esas paradojas también suelen ser suspicaces en estas épocas. Luis Zubeldía es suspendido de sus actividades de DT, cinco días antes que su equipo se enfrente al Quito, entidad que años atrás dirigió el Presidente de la Ecuafútbol, y que es candidata a descender a la Serie B.
Y es probable que el drama y las aprensiones se multipliquen en los próximos días, porque esta semana es clave ya que se juegan dos fechas decisivas. Y allí se definirán los cupos a las copas internacionales, el finalista del torneo y los que descenderán a la Serie B. Hace muchos años no sucedía que cuatro clubes (Independiente, Barcelona, LDU y Emelec) llegaran con opciones de ganar la segunda etapa. Algo similar sucede en los equipos que evitan perder la categoría (Dep. Quito, Manta, Mushuc Runa y Olmedo). Aquí es más dramático porque son instituciones que han estado rodeados de problemas económicos y erróneas administraciones.
Por eso, es necesario que la última semana tenga observadores especiales para cada uno de los partidos en los cuales se jueguen las opciones de clasificación y ascenso. También que la Comisión Nacional de Arbitraje designe a los árbitros con mejores calificaciones y con personalidad, para así evitar malos entendidos.