Octavio Zambrano, DT de El Nacional brinda declaraciones durante el entrenamiento del conjunto militar en el complejo de Tumbaco. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
La plantilla de El Nacional de este año es mejor que la del 2014; sin embargo, eso no se refleja en la tabla de posiciones y genera tensión.
¿Cómo vive la presión de la hinchada, de la directiva y de los resultados?
Todo esto es parte inherente de la profesión. Nosotros somos hijos y dependemos de los resultados. Cuando estos no se dan, surgen rumores. Ese es el morbo del fútbol y eso es algo que se vive especialmente en un equipo como El Nacional.
¿Le preocupan o le estresan los rumores?
No me sorprenden ni me impactan, porque para poder hacer bien esta profesión uno debe tener el temple para soportar estos momentos.
¿Le dedica tiempo a esos rumores?
Pensamos en el problema cinco segundos y después nos la pasamos buscando soluciones. Soy una persona de soluciones. Mi mente está de cierta manera diseñada para eso.
¿La campaña de su equipo le ha quitado el sueño?
No, porque siento que las cosas no se me van de las manos. Todo problema tiene una solución y solo hay que buscar la solución correcta. Que en el camino hay frustración, sí, hay frustración. Y la hay porque aparecen situaciones sobre las cuales uno no tiene control y afectan al grupo. Eso es estresante, pero uno sabe que no tiene que ver con el fútbol.
¿Y con qué tiene que ver?
Con situaciones de orden interno del club que se están mejorando, depurando, pero que sí afectan a la performance de los jugadores. Uno tiene que trabajar en lo deportivo, pero examinar el entorno, identificar la causa del problema y buscar una solución.
¿Siente que tiene el apoyo de los jugadores para salir del bache futbolístico?
Ellos están 100% seguros de que lo que estamos haciendo aquí es calidad de entrenamiento, preparación… No dejamos nada al azar. Tienen claro el objetivo táctico.
¿Y cómo está el apoyo de la directiva?
Son personas que he llegado a conocer en siete meses de trabajo. Creo que todos en su mente desean lo mejor para el club y estoy seguro de que las decisiones que tomen lo harán por el bien del equipo. Antes del triunfo ante Barcelona, se habló de que usted tenía un plazo para encaminar al equipo; luego la dirigencia lo desmintió.
¿Qué plazo se puso usted?
Nuestro objetivo ha sido siempre el de terminar en el grupo de los seis al final de la primera etapa del torneo. Personalmente, no aceptaría nada menos que eso porque pienso que armamos un equipo para entrar, al menos, en ese grupo. Y creo que si no se da, yo mismo examinaría la posibilidad de realizar una conversación con la directiva para ver cuál es el paso a seguir. Haría eso, porque en mi estándar, estaría defraudado. Obviamente el descenso está fuera de mi mente.
La posibilidad de contratar al delantero Félix Borja se esfumó tras su vinculación al Mushuc Runa.
¿Le desmotivó la noticia?
Vuelvo a repetir que El Nacional debe trabajar en varios temas de orden presupuestario. Nuestra realidad es que para poder competir solo con jugadores ecuatorianos debemos tener un presupuesto, que si bien no nos permita conseguir a todos los mejores, nos permita contar con alguna porción de ellos. Por ahora nuestra realidad económica no nos permite tener a los mejores.
¿Sabía del recorte del presupuesto para este año?
No, porque sinceramente cuando llegué acá y me reuní con el Presidente no tenían el informe final de auditoría. Inicialmente, el presidente (Jorge Yunda) tenía la idea de que el déficit era de USD 3 millones, algo manejable. Pero cuando terminó el informe se conoció que el déficit es tres veces mayor a la que se pensaba.
¿Édison Méndez llegó por petición suya?
Siempre lo dije y lo repito: para cualquier técnico del mundo tener a Édison Méndez es un lujo. Es un jugador con gran recorrido. No estaba dentro de nuestros planes, pero nos ofrecieron y cualquier técnico tiene que ver todas las virtudes que aquello conlleva.