Novillada triunfal en la Belmonte

Festival Virgen Esperanza de Triana en la Plaza de Toros  Belmonte . En la gráfica, el novillero José Andres Marcillo. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Festival Virgen Esperanza de Triana en la Plaza de Toros Belmonte . En la gráfica, el novillero José Andres Marcillo. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Festival Virgen Esperanza de Triana en la Plaza de Toros Belmonte . En la gráfica, el novillero José Andres Marcillo. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Los novilleros ecuatorianos Julio Ricaurte y José Andrés Marcillo salieron a hombros en el festejo que cerró la temporada en la Plaza Belmonte de Quito.

Con media plaza, en tarde que se inició con lluvia, se lidiaron novillos de Huagrahuasi (1 ) y La Viña. El corrido en quinto lugar, llamado Fabricante, recibió el honor del indulto por su magnífico juego. El sexto, de La Viña, al igual que el indultado, fue de preciosas hechuras y excepcional juego.

Julio Ricaurte mostró sus condiciones y deseos de agradar en el primero de la tarde, de La Viña, que recibió un fuerte puyazo de Bayardo. Tras lucidas chicuelinas con los palos destacaron
El Patatas y El Hacha.

Faena variada con buenos momentos al natural y adornos finales antes de un desplante. Oreja simbólica.

El Burraco quinto dio buena pelea en varas. El riobambeño lo lució en gaoneras e hizo una faena larga y brillante especialmente por derechazos, el mejor pitón del novillo, de corte clásico y remates pintureros. Ricaurte aprovechó al excepcional novillo hasta que llegó el indulto que el público celebró en la vuelta del novillero con dos orejas y rabo simbólicos junto a los ganaderos Mario Solano, padre e hijo, entre la ovación general.

José Marcillo mostró su buen concepto con capote al saludar a la verónica y en el quite por chicuelinas. Faena porfiada y torera en momentos de clase con la mano derecha. El novillo de Huagrahuasi se apagó y el remate final dejó ver sus condiciones al doblarse con suavidad. Silencio Vivado por sus vecinos de Sangolquí, Marcillo salió dispuesto ante el bello castaño que cerró plaza y feria.

Lo recibió con dos faroles de rodillas, galleó con solvencia y torería y tras el buen puyazo de Israel Almeida ejecutó un bello quite de capa.

Tras un par bueno de Campana, Marcillo inició la faena con una silla con excelentes muletazos, para ligar buenas tandas con la mano derecha y naturales pintureros.

Torera faena y remate con molinetes de rodillas, naturales de uno en uno, desplante y manoletinas finales. Dos orejas y salida a hombros con su compañero de mano a mano.

En orden de salida tercero y cuarto dos grupos de recortadores de España y Píllaro hicieron gala de facultades y valor en una tauromaquia distinta que encandiló a la plaza entera. Ambos grupos dieron triunfales vueltas al ruedo. El fin de fiesta en la tradicional plaza Belmonte resume una temporada de éxitos y afición sentida.

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