La Feria de Quito 2011 se inicia con nuevas normas impuestas por la consulta que rompen una antigua tradición.
En este año, la lidia de toros bravos no culminará con la muerte a estoque, lo cual mutila al conjunto del rito. Varias figuras españolas se negaron a venir en estas circunstancias, otras decidieron dar un paso adelante en procura de preservar esta fiesta, que es un legado cultural producto del mestizaje de ritos ancestrales que llegaron de Europa y se asentaron en varios países de América.
Los votos que buscaron prohibir la muerte del toro de lidia en público superaron apenas con 1.66% en Quito a los de quienes votamos no, simplemente anularon su respuesta o la dejaron en blanco. Una frágil minoría quiere imponer su voluntad a los demás y eso atenta contra la libertad de elegir, tanto como la libertad de pensar, militar en un partido, ser hincha del fútbol o gustar de un tipo de música. Nadie tiene derecho a impedir esa libertad.
El toro bravo ha sido criado en función de una fiesta cruenta. La polémica seguirá en la calle. Adentro, el espectáculo continúa. Nos aprestamos a registrarlo por el derecho del público lector a estar informado.