Jorge Timbila era parte de una calle de honor que se formó espontáneamente en el ingreso al estadio Aloasí, donde culminó la Adidas Eyewear Sierraloma Run.
La carrera de ‘trail running’ convocó a 532 personas que recorrieron por las faldas del volcán Corazón.
Al igual que otros competidores que se ubicaron entre los primeros lugares, Timbila alentaba y aplaudía a los más rezagados. En esa labor estaban unas 20 personas, entre corredores y aficionados.
Extraoficialmente, él se ubicó entre los 10 primeros de la categoría general, en los 21 km. La prueba contó también con distancias de 10 y 40 km.
Los resultados oficiales se conocerán mañana en la página www.unoespro.com, según anunciaron los organizadores.
En la actualidad, Timbila trabaja como supervisor en una empresa de seguridad. Empezó a correr hace 10 años para mejorar su salud y ahora se reúne tres veces por semana en el Polideportivo de Rumiñahui. Allí, ocupa la pista atlética al igual que una docena de corredores de Sangolquí.
Otros tres días a la semana se ejercita por caminos de montaña, por senderos cercanos a los Illinizas y el Corazón. Por eso, ayer estuvo preparado para sortear la media maratón que llegó a los 4 000 metros de altura sobre el nivel del mar.
El corredor ha encontrado en los retos al aire libre una motivación para cumplir otro de sus anhelos. Ahora que tiene una resistencia envidiable, pues completó los 21 km en una hora y 52 minutos, quiere coronar algunas cumbres andinas, sobre todo la del Cotopaxi.
Entre los competidores que ayer se dieron cita en Aloasí, una población del cantón Mejía ubicada a menos de una hora de Quito, estaba también una de las montañistas más experimentadas del país.
Carla Pérez, la quiteña de 31 años que ha conseguido cumbres por sobre los 8 000 metros de altura y sin utilizar mascarillas de oxígeno suplementario, se probó en los 21 km.
Al cruzar la meta estaba contenta porque fue la primera vez que competía por senderos de montaña. La carrera resultó más dura de lo que esperaba. Incluso tuvo un dolor al costado derecho del abdomen que le impidió correr a más velocidad, pero estaba dichosa de haber completado el reto.
La andinista empleó poco más de dos horas y media.
Entre sus próximos proyectos está intentar la cima del Cho Oyu, la sexta montaña más alta del planeta con 8 201 metros, pero en solitario. Carla Pérez corre permanentemente, en los parques de Quito, para mantenerse en forma.
90 personas se inscribieron en el reto de 40 km. Entre los primeros en cruzar la meta estuvieron Gonzalo Calisto y Paúl Riera. Cuando finalizaron la carrera no parecían cansados, como si no hubieran empleado más de 3 horas y media en cubrir la distancia.
Luego, los dos chasquis quiteños reconocieron que estaban extenuados porque la prueba fue más ardua de lo que se esperaban. Lo que más sorprendió a Calisto fue la rapidez con la que empezó la prueba.
La de ayer fue su primera carrera después de culminar el reto de coronar 10 montañas andinas, hace tres semanas. Su siguiente desafío será el 10 de mayo en la Isla Palma (Islas Canarias, España). Allí se realizará la primera válida del circuito mundial de ultramaratón.
Calisto también quiere probarse en otras dos exigentes válidas que se correrán en Francia en junio y en Estados Unidos, en septiembre.