El año terminó mal para Aucas. El equipo descendió a la primera B y ahora los conflictos internos aumentan el nivel de incertidumbre.
Bajo la figura de administrador, Ramiro Gordón se hizo cargo del equipo en el 2012, cuando Aucas se encontraba en la categoría de ascenso. Paulatinamente solucionó los innumerables problemas económicos: llamó a concurso de acreedores, ordenó la contabilidad del club e inició una remodelación del estadio del Sur. De esa forma, Aucas tomó fuerza y retornó ese año a la Serie B.
Mientras se perfeccionaba el proyecto deportivo, Mónica Gordón, hija del administrador y gerenta de Aucas, falleció en agosto del 2013. Pese a semejante revés el grupo familiar continuó y un año más tarde (2014) Aucas ascendió a la Serie A.
Los tiempos cambiaron y la bonanza económica terminó. En esas circunstancias, Gordón entregó la administración al empresario Danny Walker quien se hizo cargo desde junio de este año.
Walker transformó al Aucas como vitrina de los jugadores formados en Norte América de Guayaquil, especie de equipo filial. La idea se concretó y en pleno campeonato viajaron 8 jugadores a un torneo en Holanda.
Sin embargo, Aucas no funcionó ni como vitrina ni como equipo y ahora se encuentra inmerso en un concierto de reclamos y acciones judiciales emprendidos por Ramiro Gordón.