Eduardo Landeta en un entrenamiento en Los Chasquis. Para lograr el triple salto se necesita fuerza, rapidez, coordinación, resistencia y técnica. Los brazos son importantes para levantar vuelo. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Un sorbo de agua cambió el destino deportivo del que ahora es una de las promesas del salto triple ecuatoriano.
Como a muchos niños altos a Eduardo Landeta lo seleccionaron para jugar baloncesto, pero dejó ese deporte cuando alguna vez, sin darle explicaciones, no le permitieron tomar agua después de una práctica en Santo Domingo.
Esto último lo desanimó y propició su incursión en el atletismo, a los 12 años.
Ahora, el atleta -de 18 años- está motivado porque consiguió su primera medalla internacional, a mediados de año, cuando fue tercero en el afamado torneo Ximena Restrepo en Colombia. Su especialidad es el salto triple, modalidad olímpica en la que ya fue campeón nacional prejuvenil, y en la que se ubicó segundo en la juvenil.
Su ascenso en esta disciplina ha sido rápido. Hace dos temporadas su marca era de 12 metros. El año pasado logró saltar 14,20 m y en esta temporada, en Colombia precisamente, consiguió 15,52.
En esta modalidad se busca la mayor longitud, después de tres saltos consecutivos.
El deportista que nació en Ibarra, se crió en Santo Domingo y ahora vive y se entrena en Quito, anda atrás del récord nacional que desde el 2009 mantiene Hugo Chila, ahora retirado del alto rendimiento.
El exvicecampeón mundial juvenil es el único ecuatoriano que ha superado los 17 metros, hasta el momento.
Juan Luis González, el técnico que guía a Landeta en Los Chasquis, desde hace dos años, asegura que su actual pupilo seguirá escalando posiciones.
Él confía que romperán el récord nacional absoluto en un par de años.
Por ahora, el siguiente objetivo del deportista de 1,84 m de estatura será pasar de los 16 m, y espera conseguirlo en el Campeonato Sub 23 que se celebrará el próximo mes.
El entrenador cubano reside en el país desde hace 15 años y asegura que un deportista con talento, como Landeta, necesita entre 8 y 10 años de práctica para alcanzar la fuerza, la resistencia y la técnica que se requiere para llegar al podio en torneos mundiales.
González está convencido que su tiene las condiciones para llegar hasta el final de ese camino, tanto en Juegos Olímpicos o citas mundiales.
El salto triple tiene fases. Primero está la carrera de aproximación, en la que un deportista recorre unos 40 m, en promedio. Luego se viene la sucesión de tres saltos, que se denominan rebote, paso y salto, en ese mismo orden.
El objetivo de la modalidad es alcanzar la mayor distancia y se mide desde que el pie deja la pica, o tabla de despegue, hasta la última huella que deja el atleta sobre el foso de arena.
Para evitar lesiones y hasta fracturas de huesos, los deportistas deben entrenarse con dedicación, cuidar su alimentación y descansar.
Al saltar, después de una carrera a toda velocidad, el pie de apoyo debe resistir hasta tres veces el peso del cuerpo. Por eso, los tobillos, el talón de Aquiles, la tibia y el peroné son vulnerables a los daños.
Por esa razón, para minimizar el riesgo de lesiones, el grupo de 10 saltadores élite en Pichincha se ejercita en doble jornada, entre 4 y 6 horas diarias. A los ejerciciosde técnica se suman trabajos de velocidad, resistencia y pesas.
Dato
En el mundo. El británico Jonathan Edwards saltó 18,29 metros, en 1995. En ese mismo año, la ucraniana Inessa Kravets saltó 15,50 metros. En la actualidad, la colombiana Caterine Ibargüen está entre la élite y alcanzó una medalla de oro mundial.
En el país. Hugo Chila, en su etapa juvenil, saltó 16,49 y consiguió la medalla de plata en el mundial de Pekín, en China, en el 2006. Tres años después, en los Juegos Bolivarianos de Sucre, Bolivia, consiguió el récord absoluto de 17,03 metros.