Andrés Chocho, Johana Ordóñez y Paola Pérez marcharon, el martes pasado, a una velocidad de cinco minutos y 20 segundos por kilómetro. Ese fue el registro de la última práctica antes del viaje a Chihuahua, México, sede de la Copa Mundo de Marcha.
“¡Vamos, con fuerza!”, gritaba desde la ventana de su vehículo el entrenador Luis Chocho. Los andarines, en varios tramos de la avenida Primero de Mayo (al sur de Cuenca), practicaron en medio del tránsito por los trabajos de alcantarillado que se realizan. “Es un peligro que se vive a diario y, por eso, pedimos la construcción de un circuito para la caminata”, explicó el estratega cuencano.
Los seleccionados iniciaron su entrenamiento en la pista del Parque de La Madre (en la parte baja de Cuenca). Luego, para cubrir los 20 kilómetros, se dirigieron a la avenida Primero de Mayo.
Luego pasaron por el estadio Alejandro Serrano Aguilar, tomaron la avenida Fray Vicente Solano y siguieron hasta la zona de los Tres Puentes.
El equipo de abasto, integrado por los técnicos Luis y Juan Chocho (hermanos) y la monitora María Lozado, siguió en vehículo a los andarines. En botellones de plástico prepararon las bebidas hidratantes para entregar, a la carrera, a los esforzados deportistas (agua con vitaminas). Cada seleccionado ingiere al menos un litro por jornada.
Los tres azuayos son parte de la delegación ecuatoriana de marcha que competirá este sábado y domingo en Chihuahua. A ellos se suman otros cuatro azuayos, tres lojanos, dos pichinchanos y un imbabureño.
Luis Chocho reconoció que los marchistas no están en condiciones de obtener preseas de oro. Pero adelantó que la meta de Ecuador es ubicarse entre los 10 mejores países del mundo. El técnico destacó que los equipos de 20 y 50 km. van completos.
En Chihuahua será la segunda ocasión que Ecuador compita en una Copa Mundo de Marcha sin Jefferson Pérez. La primera fue hace dos años, en Rusia.