El Honda Civic de Morán fue el primero entre los autos impulsados por un motor atmosférico en Colombia, un gran mérito de piloto y máquina. Foto: Archivo/CARBURANDO y Diego Morán
Para el experimentado piloto Diego Morán, participar en el Campeonato Colombiano de Automovilismo en el 2014 fue una decisión acertada. A bordo de su ya célebre Honda Civic VTEC, el ibarreño, ganador del torneo ecuatoriano de circuitos en la categoría Turismo Especial de hasta 2 000 c. c. durante cuatro años seguidos, logro el subcampeonato de la serie ST2, compitiendo contra vehículos equipados con motores turboalimentados.
En una entrevista con CARBURANDO, Morán hace un balance de la experiencia vivida en el país vecino y habla sobre las alternativas que baraja para el futuro inmediato.
¿Por qué decidiste participar en el Campeonato Colombiano en el 2014?
Sentí la necesidad de participar en un campeonato más competitivo, y después de haber participado en las Seis Horas de Bogotá supe que el Colombiano lo era. Decidí lanzarme a la aventura a pesar de las desventajas de competir contra autos turboalimentados de 1,4 litros que estaban homologados en la categoría. Fue un año muy duro, pero de mucho aprendizaje. Mejoré mucho como piloto.
¿Qué diferencias encontraste respecto del automovilismo ecuatoriano?
En primer lugar, el promedio de autos participantes en la categoría en cada válida era de 10. Además, el pilotaje allá es mucho más agresivo. Debí adaptarme a eso y dar el 110% de rendimiento en cada carrera, nunca pude aflojar el ritmo. El tráfico en la pista también es mayor y exige mucha concentración.
Otra diferencia es el reglamento, que en Colombia es muy estricto e incluye sanciones deportivas severas y económicas fuertes.
¿Cuáles fueron las claves para lograr el subcampeonato en tu categoría?
Tuve mucho asesoramiento profesional. Trabajé con un preparador argentino que me ayudó a mejorar mucho el desempeño de mi auto. Mi experiencia como piloto también sirvió. Hice muy buenas carreras, gané algunas mangas y logré el récord de la pista bajo lluvia para un vehículo de turismo. Incluso sentí el reconocimiento de mis rivales, quienes siempre resaltaron mi actuación.
Siento el subcampeonato como un triunfo, porque pelear con los autos turbo fue muy complicado en lo referente al desempeño y también al presupuesto. Los turbo son mucho más rápidos que mi auto en las rectas.
Terminé segundo detrás de un Fluence y delante de un Logan del equipo Autostock, que cuenta con el auspicio oficial de Renault.
A partir de lo que lograste en Colombia, ¿cuáles son tus planes para el 2015?
Luego del campeonato, los organizadores y los pilotos reconocieron que había un error en la homologación de la categoría, ya que el factor de multiplicación de los autos turbo era 1.4 y no 1.7 como es en todo el mundo. Yo tengo dos motores de 2 000 c. c. para mi auto y no voy a invertir en uno de 2 300 c. c., que sería el equivalente atmosférico. Espero que en los próximos días se defina el reglamento para tomar una decisión sobre mi continuidad en el torneo colombiano, porque la idea es ser competitivo.
Por lo pronto, puse mi auto a la venta para explorar otras opciones. Entre ellas están comprar uno más nuevo, cambiarme de categoría o incluso pasarme a conducir prototipos, ya que tengo una propuesta de ese tipo en Colombia. No descarto volver a correr en el Ecuador o irme a EE.UU., si llego a tener los recursos.
Otra opción que estoy evaluando es participar en la categoría Prototipos de hasta 2 000 c. c. en el campeonato nacional, que es atractiva y más competitiva. Pero debe estar bien estructurada para brindar igualdad de oportunidades a todos quienes quieran participar en ella.
El reglamento técnico debería establecer límites a la inversión económica mediante la homologación de pesos, distancias, tipos de chasís, frenos, llantas, aerodinámica, etc.