Deportivo Cuenca dejóel complejo de Patamarca. En la foto, Luis Capón. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
El miércoles 30 de septiembre, durante todo el día, personal contratado por Deportivo Cuenca desalojó sus pertenecías que ocupaban las instalaciones del complejo de Patamarca. De esa manera, el club se quedó sin dos canchas de entrenamientos y sin un lugar de concentración.
Hubo tristeza en los rostros de los jugadores que allí habitaban y que pertenecen a diferentes provincias del país. Entre ellos Gustavo Godoy y Ronaldo Mina, de 16 y 18 años, quienes hace dos años llegaron de Esmeraldas para alojarse y entrenar en ese predio de 29 000 metros cuadrados.
Godoy contó que todo les facilitaba vivir en ese inmueble. “Era nuestro hogar y ahora no sabemos a dónde iremos”. Ellos esperaban conversar con el presidente del club, Galo Cárdenas, para saber su futuro. Con nostalgia veían cómo camas, colchones, veladores, televisores, cobijas, cocinas, ollas, mesas, sillas…
Luis Capón, quien durante 8 años trabajó como guardia de seguridad, fue el más golpeado psicológicamente. “Con el cierre de Patamarca me quedé automáticamente sin trabajo, este complejo fue parte de mi vida y de mi familia”. Él, durante la mañana de este 30 de septiembre, contaba sus anécdotas a los reporteros de la prensa local.
El 30 de octubre del 2014, la dirigencia de este entonces vendió el Complejo de Patamarca en USD 3 185 000 para pagar las múltiples deudas que amenazaban con desaparecerlo.
También se ofreció comprar un terrero para construir la nueva sede. Esa promesa no se hizo realidad, tampoco se saneó la economía.
Según Galo Cárdenas, el déficit actual asciende a USD 1, 9 millones. Este jueves 1 de octubre se conocerá el informe sobre la auditoría interna que se hizo para conocer su realidad financiera. El dirigente aclaró que “esta directiva no tiene nada que ver en la venta del complejo de Patamarca”.
Durante la suscripción de la escritura del inmueble, en noviembre del 2015, se acordó entre las partes la entrega real del inmueble para el 1 de julio del 2015. Luego se arrendó por tres meses y ese arregló concluyó este 30 de septiembre. Es más, el equipo profesional dejó de entrenarse allí y desde hace 15 días lo hace en canchas alquiladas y en el estadio Alejandro Serrano. Ahora se concentra en un hotel de la ciudad.
El 9 de noviembre de 1985 se compró el predio. En 1991 se inició la construcción del inmueble de dos plantas, cuyo pabellón principal tiene 10 habitaciones grandes, una sala de sesiones, camerinos, comedor, cocina, oficina, hall, espacios para juegos de futbolín, tenis de mesa, billar… Existe otro inmueble donde habitaban los juveniles y también funcionaba un gimnasio totalmente equipado.
Recién en 1998 comenzaron a utilizarse la infraestructura de Patamarca con el plantel de primera categoría. El 2001, con la presidencia de Mario Esteban Espinoza, se equiparon las instalaciones y se convirtió en una de las fortalezas del club. A finales de ese año, confidencialmente, el club retornó a la Serie A del fútbol ecuatoriano.
Cárdenas, se mostró triste al despedirse de la sede. “Hay grandes recuerdos, aquí se vivieron alegrías y tristezas”. Fue el lugar de entrenamientos y concentraciones, del plantel de primera y de las divisiones menores. No culpó únicamente a la directiva anterior, porque “hay deudas desde 1971”, cuando se fundó el club.
Deportivo Cuenca dejó las instalaciones de Patamarca y con ello algunos maleficios, como la aparición de pájaros sin cabeza en la cancha principal del complejo, así como la aparición de fantasmas en las habitaciones. Cárdenas lo confirmó: “soy testigo de aquello, eso sucedió en este año, es una realidad”.