Los seguidores de la Tricolor se congregaron en el Centro Comercial Milenium Plaza de Cuenca. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO
El Centro Comercial Milenium Plaza de Cuenca congregó a más de 600 personas, quienes celebraron con euforia el empate de Ángel Mena (2-2), cuando se jugaba el primer minuto de descuento. “Al menos salvamos el invicto de estas eliminatorias”, coincidieron algunos aficionados.
Los aficionados golpearon las mesas con bronca e impotencia, tras los goles del paraguayo Darío Lezcano, marcados a los 37 y 58 minutos. Mientras el gol de Mena y el de Énner Valencia, se gritaron con euforia y se abrazaron entre sí. Luego de cuatro triunfos seguidos en la Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018, La Tricolor estaba cerca de conocer la derrota.
Una vez concluido el encuentro, la mayoría de asistentes se tomó la cabeza y salió del centro comercial con la esperanza de un buen resultado de visitante ante Colombia, el próximo martes 29 de marzo. Igual ocurrió en la mayoría de bares y restaurantes, dejaron los locales y se dirigieron a sus hogares.
Según Hugo Espinoza, las ausencias especialmente de Juan Carlos Paredes, Felipe Caicedo y Miller Bolaños incidieron en el resultado final. En su criterio, faltó peso ofensivo, aquel que ofrece ‘Felipao’ cuando está en el campo de juego. Sin embargo, destacó la supremacía del combinado dirigido por el argentino Gustavo Quinteros.
José Lituma no ocultó su tristeza porque, además, apostó USD 20 con un amigo que Ecuador ganaría 3-1. “Me siento inconforme por los errores defensivos y del medio campo, nos faltó efectividad y concentración”. Él también coincidió con Espinoza que las ausencias fueron determinantes para el empate 2-2.
René Novillo, en cambio, estuvo conforme con el resultado por la actitud del equipo ecuatoriano y porque en los descuentos se salvó el invicto. Él está convencido que la Tricolor retornará con una victoria de Colombia.
Para Édison Morocho, Ecuador se merecía ganar 4-2, puesto que los remates de Cristhian Noboa impactaron en los parantes. Igual opinó Manuel Salazar, quien calificó como un partido con un solo equipo de buscó el arco rival. “Paraguay se defendió y contragolpeó, esa fue su mejor arma”.
En los bares y restaurantes, ubicados a lo largo de la avenida Remigio Crespo, se programaron festejos luego del partido, pero con el empate que truncó esa celebración. Las aceras de las calles y avenidas se coparon de cuencanos vestidos la camiseta de la Tricolor, quienes esperaban taxis o buses para regresar a sus domicilios.