Los 1 400 hinchas de Barcelona que llegaron ayer al estadio Bellavista de Ambato tenían la esperanza de que su equipo lograra una victoria ante su similar Macará, Al final se conformaron con un tibio 2-2 que les dejó fuera de la Libertadores.
Sin embargo, tuvieron que conformarse con un cupo a la Copa Sudamericana. A pesar de eso los pocos seguidores amarillos no dejaron de alentarles durante los 90 minutos del cotejo a sus jugadores.
El partido inició con dominio de los visitantes. Los fanáticos pensaron que el ‘Ídolo’ golearía a los celestes. Tuvieron varias llegadas a través de los pies de Matías Oyola, Michael Arroyo y Andrés Franzoia, pero no lograron doblegar al guardameta Walter Hinostroza.
Poco a poco los locales tomaron el pulso. El cotejo cayó en un bache del que no salió hasta finalizar el primer tiempo. Los barcelonistas se pusieron en ventaja a los 23 minutos con un gol de penal que fue convertido por Arroyo.
El árbitro Carlos Vera pitó la pena máxima ante una falta cometida al delantero Franzoia, lo que causó el reclamo de los jugadores del Macará. Con ese marcador finalizó la primera parte.
En el segundo período, el entrenador Luis Soler sacó de la cancha a Luis Caicedo y puso a Carlos Quinteros, pero los papeles no cambiaron. Eso ayudó al ‘Ídolo ambateño’ que comenzó a tocar y a tocar el balón. Así, Ángel Ledesma remató dentro del área e introdujo el balón al fondo del arco.
Aún así los dirigidos por Luis Soler no despertaron. Continuaban practicando un fútbol poco agresivo y sin llegadas claras. A los 60 minutos otro remate de Ledesma puso en apuros a Damián Lanza, quien bloqueó el disparo. Tres minutos antes que finalizara el encuentro, nuevamente Ledesma, con una jugada similar, marcó su segundo tanto personal.
El festejo duró poco tiempo porque 30 segundos más tarde Barcelona empató por intermedio de Arroyo. De esa forma Soler se despidió de la poca hinchada, pero clasificó a la Sudamericana.