Juan Quiñónez, seleccionado nacional de lucha olímpica, se apresta a la merienda con sus compañeros en el comedor del CEAR de Cuenca. Fotos: Xavier Caivinagua / EL COMERCIO
Deportistas, técnicos, dirigentes, funcionarios… esperan el pronunciamiento oficial de la ministra del Deporte, Andrea Sotomayor, quien hoy (17 de abril del 2018) retoma sus funciones. Por ahora, existe incertidumbre con el anuncio gubernamental respecto a la fusión de ministerios y empresas públicas.
La preocupación de los antes citados se centra en la fusión del Ministerio del Deporte con el Ministerio de Educación. También hay inquietud porque los Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR) pasarán a la Empresa de Promoción Turística y Desarrollo.
Hasta conocer la versión oficial, las actividades en las coordinadoras zonales del Ministerio del Deporte se realizan con normalidad. Igual en los CEAR, cuya administración está a cargo de la Empresa Pública de Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR EP).
Los CEAR pasarán a otra empresa pública sin cumplir con su objetivo: ser sustentable. El año pasado, el promedio de ocupación de los cinco CEAR del país llegó al 35%. Este año, con el propósito de darles ‘vida’ a los centros se puso en marcha los concentrados con seleccionados del Plan de Alto Rendimiento (PAR).
Esa decisión permitió mayor movimiento en el primer trimestre de este año. La semana pasada, por ejemplo, llegó a Cuenca la selección de lucha que se alista para los Juegos Suramericanos, previstos entre el 28 de mayo y 8 de junio en Cochabamba, Bolivia. También se hospedó el Macará, equipo profesional de fútbol, entre otras delegaciones.
En febrero se alojaron quienes participaron en el Mundial Juvenil de Tenis. Además, llegaron patinadores nacionales y triatletas extranjeros. En marzo arribaron atletas para el Gran Prix Sudamericano…
Según Johana Castillo, gerente del CEAR-EP, los cinco CEAR aún no son sustentables. “El 2017 hubo una ocupación general del 35%. Todavía no estamos en una autosustentabilidad”. La meta para este año es tener una ocupación de entre el 60% y 70%.
En Río Verde, en enero pasado, se concentró el club de fútbol Guayaquil City; además se entrenan boxeadores y luchadores. En Durán y Carpuela también fue la casa de los seleccionados de diferentes disciplinas. En Macas se readecuará una residencia para recibir a los deportistas.
De acuerdo con los cálculos de Castillo, para que los cinco CEAR sean sostenibles se requiere un ingreso de USD 7 millones anuales. El presupuesto para este año es de USD 4 millones. Hay 90 personas que laboran en los cinco centros, cuyo rol de pagos anual asciende a USD 1 400 000. Antes eran más de 160 personas.
El 2017 se cerró con un presupuesto de USD 3 millones. Con una ocupación del 35%, sostuvo Castillo, los centros se lograron mantener con la “optimización del gasto corriente”. Es decir, se gastó menos en seguridad, servicio de mantenimiento… Hay poca promoción de los CEAR a escala internacional por falta de dinero.
El viernes pasado, los futbolistas y el cuerpo técnico del Macará se hospedaron en el CEAR de la capital azuaya.
En su momento, el doble medallista olímpico Jefferson Pérez lanzó una crítica a los CEAR. Él se lamentó que, en ninguno de los centros haya una pista sintética con homologación internacional. Por ese motivo, el año pasado Ecuador perdió la sede del Sudamericano Absoluto de Atletismo.
Otro exmarchista olímpico, Rolando Saquipay, reconoció que el Gobierno anterior hizo una gran inversión, pero no distribuyó los recursos de manera adecuada. “Se crearon centros que tienen poca acogida, se contrató mucho personal y faltan profesionales que direccion en al deporte”.
La inversión del Estado en la construcción y equipamiento de los cinco CEAR fue de USD 246 millones, según publicó el Ciudadano, en mayo del 2017, en el balance de los 10 años de gobierno de Rafael Correa.
Informe:
El Estado construyó 5 centros deportivos que costaron USD 240 millones. Pocos deportistas se preparan allí. Pasarán a la Empresa de Promoción Turística.