La firma automotriz alemana Volkswagen acelera: la semana pasada inauguró en la ciudad mexicana de Silao su planta número 100 en el mundo. No es casualidad que haya optado por México: en el continente americano, además de en Asia, se definirá el título de mayor fabricante mundial de automóviles.
Puede ser que el año pasado a VW se le haya escapado la corona. Con las estimaciones actuales, Toyota fue la que vendió más vehículos, y también General Motors marcha bastante adelantado. Pero los alemanes quieren superar a sus rivales a más tardar en el 2018.
Expertos del sector automotor piensan que incluso lo logrará un par de años antes. En el camino VW aprieta el acelerador. Su presidente ejecutivo, Martin Winterkorn, inauguró el martes 15 la planta de Silao, en el centro de México, en una ceremonia a la que asistió el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Unos 700 trabajadores fabricarán en Silao 330 000 motores TSI al año. La automotriz con sede en Wolfsburgo destinó USD 550 millones a la moderna factoría, y el dinero parece estar bien invertido. Desde Silao los motores irán tanto a la planta de la ciudad mexicana de Puebla, donde hasta hace una década se producían los tradicionales ‘escarabajos’, como a la planta productora del Passat inaugurada en el 2011 en la ciudad estadounidense de Chattanooga.
Gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), los vehículos terminados podrán ser vendidos sin problemas también en Canadá. VW tiene así en frente un mercado de 460 millones de personas. En la lucha por el título mundial, la región desempeña un papel clave para el consorcio.
El mercado está en expansión. Tan solo en Estados Unidos las ventas de automóviles aumentaron un 13% el año pasado para totalizar 14,5 millones de unidades.
Sin embargo, la competencia es dura. VW tiene que enfrentar a los ‘big three’ (tres grandes),General Motors, Ford y Chrysler, y también a los poderosos asiáticos, con Toyota a la cabeza.
Durante largo tiempo las ventas de VW en EE.UU. fueron tambaleantes. Solo con el Jetta producido en Puebla y el nuevo Passat de Chattanooga cambiaron las cosas.
La filial de lujo Audi consiguió, a su vez, ventas récord. El consorcio germano logró en general un alza fabulosa de ventas el año pasado en Estados Unidos, con un incremento del 31% a 580 000 unidades. Tiene así una participación en el mercado de un 4% y todavía le queda espacio para crecer.
En las calles mexicanas los autos de VW son parte del paisaje desde los tiempos del ‘vocho’, como se le dice en México al ‘escarabajo’. La participación en el mercado ronda un 17%. La subsidiaria Volkswagen de México fue fundada en 1964 y emplea a más de 14 000 personas.
“México no está nada mal. Para los fabricantes de automóviles hay todavía claramente muchas posibilidades de crecer”, dice el experto alemán Stefan Bratzel. Según señala, la calificación de los empleados ya es casi equiparable a la de los estados del sur de Estados Unidos y solo la alta criminalidad representa un riesgo serio.
En la planta de Puebla se producen el Beetle, el Jetta y el Golf Variant, que ahora podrán utilizar motores fabricados en Silao. Pero la mira de los estrategas no se limita a América del Norte, sino que apunta también a aprovechar el crecimiento robusto de Centroamérica.
De la misma manera, se facilita la exportación hacia otras regiones del mundo porque México ha firmado más tratados de libre comercio que Estados Unidos.
De hecho, esa es una de las razones por las que Audi decidió construir en México su primera planta en el continente americano, que producirá a partir del 2016 camionetas deportivas (todoterreno).
Está claro que el gigante europeo VW está ahora en pleno ‘ataque’.
Fuente: DPA