Ford presentó uno de sus vehículos concepto más interesantes en el 2001. Se trataba del Ford EX Concept, que tenía espíritu aventurero y un aspecto al más puro estilo de los clásicos buggy.
Varias personas que vieron la exhibición de este modelo en el Salón Internacional del Automóvil de Chicago, en Estados Unidos, se entusiasmaron con sus prestaciones. No obstante, y como tantos otros prototipos, solo cumplió con su tarea de mostrar tecnologías y diseños futuros de la marca.
En esa época, Ford tenía claro el incremento de popularidad que los SUV (Sport Utility Vehicles) iban a tener en los siguientes años y trató de mostrar algo de lo que preparaba para sus modelos siguientes.
Su aspecto era duro, muy deportivo y, sobre todo, muy robusto para atravesar todo tipo de caminos. Su habitáculo estaba diseñado con dos plazas con mucha protección y comodidad, pues, sus asientos deportivos contaban con arneses de cuatro puntos para mantener la integridad de sus ocupantes.
El espacio interior era ideal para practicar cualquier deporte de aventura. Además, equipaba un motor de seis cilindros sobrealimentado para coronar hasta la cumbre más empinada.
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La concepción del Ford EX se basó en los preceptos de un buggy, principalmente en su estructura tubular que suplía la carencia de carrocería para soportar el uso y la disposición del motor y la transmisión. También contribuyó en el traslado eficaz de sus escasos 1 100 kilogramos de masa, que se distribuían de forma equitativa entre ambos ejes.
También se destaca la fácil accesibilidad al interior debido a la falta de puertas y techo que acentuaban aún más su presentación como un todoterreno lúdico.
Por su parte, el Ford EX incorporaba suspensiones plenamente independientes y unas ruedas muy grandes con aros de 17 pulgadas, que le otorgaban una altura considerable respecto del suelo.
Una de sus mayores particularidades, debido a su exótica estructura tubular, fue el diseño de una curiosa base deslizante para el volante y la instrumentación que permitía desplazar el cuadro de mandos para facilitar el acceso del conductor.
En cuanto al apartado mecánico, cabe recalcar el poderío que ocultaba bajo el capó. Y es que este prototipo equipaba nada más y nada menos que un propulsor Mustang de quinta generación 4.0 V6 SOHC, que producía 375 HP de potencia. Está claro que la intención de sus creadores era llevar su capacidad al máximo.
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Para aprovechar su fuerza, se le dotó de una caja de cambios manual y tracción total.
Con todas estas características funcionando en conjunto, las ruedas, el motor, la tracción, el reparto de pesos y mucho más, se hubiese esperado que este modelo se destacara en cualquier parte del mundo. Lamentablemente no fue así.
Aunque no llegó a los mercados internacionales, el único modelo creado fue subastado con fines benéficos hace algunos años.
El precio que alcanzó este prototipo en este evento fue de USD 93 500. Sin embargo, se estima que su dueño no pudo utilizarlo ya que no contaba con los permisos para recorrer las vías.
Este vehículo hubiese causado furor en las vitrinas de exhibición de la firma en el mundo entero.
Fuente: www.diariomotor.com