Unas 150 personas movilizadas 24 horas al día durante dos semanas, unos 60 médicos y cirujanos, 10 vehículos medicalizados sobre el terreno: el ‘ejército’ de seguridad del Rally Dakar 2013 (5 al 20 de enero) trabaja ya, a tres semanas de la salida.
El rally, el número 34 de la historia de la mítica prueba, tendrá el próximo año como protagonistas Perú, Chile y Argentina, en un recorrido de Lima a Santiago.
Con vistas a esa cita y durante 48 horas la semana pasada, las salas de reunión de un hotel del oeste de París se transformaron en una especie de ‘Gran Cuartel General’ o Puesto de Coordinación Operacional (PCO), como ensayo general.
“La seguridad es la máxima prioridad. Su puesta en marcha y su funcionamiento constituyen una de las partidas más importantes del presupuesto del Dakar”, explicó el director de la prueba, el francés Etienne Lavigne.
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Sentados ante sus pantallas, con ‘walkie talkies’ y celulares siempre muy cerca, ex gendarmes o policías, bomberos profesionales o médicos de urgencias se olvidan de que están a orillas del río Sena y se imaginan que están en los Andes y que tienen que actuar.
Durante el rally, unos estarán sobre el terreno, en Perú, Argentina o Chile, y otros en Issy-les-Moulineaux, en las afueras de París, en la sede de Amaury Sport Organisation (ASO).
Desde el 2009, en el primer Dakar en Sudamérica, la mecánica y la división del trabajo entre las dos estructuras de seguridad han funcionado bien.
Todos los vehículos de competición (459 en el 2013) estarán equipados con el sistema Iritrack, un aparato de transmisión de datos y voz, altamente sofisticado y con distintas funciones que permitirán controlar la situación de la carrera y alertar al PCO sobre cualquier incidente en el recorrido.
El sofisticado aparato cuenta con tres botones: azul (simple entrada en comunicación), verde (incidente mecánico) y rojo (alerta, accidente corporal).
Las señales enviadas se reciben primero y de manera instantánea en el puesto de coordinación parisino, cuyos responsables se encargan del análisis y la calificación de la urgencia, que trasladan entonces a sus homólogos en Sudamérica.
“Durante el Dakar 2012, 4 900 señales de todo tipo fueron emitidas por los competidores. Tuvieron lugar 28 intervenciones y evacuaciones sanitarias terrestres y aéreas por lesiones más o menos graves”, recuerda Jean-François Tardy, coordinador del puesto de coordinación de París y ex coronel de gendarmería y ex comandante del GIGN (Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional francesa).
Los participantes en el ensayo general prueban los sistemas de alerta y comunicación, mientras los miembros de la organización, con Etienne Lavigne al frente, simulan ser competidores del rally que se encuentran en apuros.
“Mike One (helicóptero médico), cita en el kilómetro 130 de la SSP (tramo especial de etapa) motos-quads, un herido insconsciente…”: los mensajes se transmiten en francés, inglés y español.
Una semana después de la presentación oficial del trazado, también en París, el Dakar 2013 continúa dando sus pasos y ya no se frenará, hasta que el 5 de enero Lima acoja la salida de la edición 34.
Por otra parte, la española Laia Sanz, doble campeona del Dakar femenino y 12 veces campeona del mundo de enduro y trial, reconoció que la próxima edición “va a ser dura desde el principio”, pero va a intentar “llegar al ciento por ciento” ya que su “objetivo es volver a ganar”.
Sanz, que vio truncada su preparación para el Dakar por una lesión en un pie casi al final de la temporada de trial y enduro, asegura que se encuentra ya al 100%.
“Solo cuando llevo ya algunas horas con las botas puestas me comienza a molestar el dedo, pero me siento con muchas ganas de comenzar la carrera, aunque ya desde el primer día será difícil ya que va a haber mucha arena desde el principio”, señaló.
La campeona del mundo de trial participó en la presentación de una nueva cámara de reducidas dimensiones, con la que habitualmente realiza sus entrenamientos en moto y que emplaza sobre el manillar o el guardabarros delantero.
Fuentes: AFP y EFE
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