El grupo francés PSA Peugeot-Citroën, el mayor fabricante de vehículos de ese país, no pasa por un buen momento. Según un balance publicado hace pocos días, el año pasado registró pérdidas por USD 120 millones, frente a los beneficios de más de 800 millones del 2010.
Antes, el grupo había anunciado un retroceso en las ventas, a 3,55 millones de unidades, y está impulsando un programa de ahorro que este año dejará sin trabajo a unas 6 000 personas en Europa.
“Una reducción de los excesos de capacidad en Europa es inevitable”, afirmó el presidente de la compañía, Philippe Varin, al presentar las cifras del 2011.
Los motivos de la caída de la marca del león son muy variados. Varios analistas se refieren a su gran dependencia del mercado europeo, actualmente en contracción, pues PSA vende un 60% de su producción en el Viejo Continente.
Gaetan Toulemonde, de la filial francesa del Deutsche Bank, dijo que PSA tiene entre sus principales mercados a Italia y España, dos de los países que más están sufriendo las consecuencias de la crisis de deuda en la Eurozona.
Varin previó que la caída de las ventas en Europa en el 2012 será de hasta un 5%, lo cual aumentará los excesos de capacidad de sus plantas. Los expertos consideran que las fábricas de PSA en Francia están trabajando al 70% de su capacidad, y se estima que son rentables a partir del 80%.
Al contrario de otros fabricantes europeos como VW y Renault, PSA ve reducirse paulatinamente su cuota de mercado, sobre todo en modelos de pequeño tamaño como el Peugeot 207 o el Citroën C3, que son cada vez menos populares.
Por ello despierta gran expectativa el debut del nuevo Peugeot 208, en cuyo desarrollo se han invertido más de USD 800 millones.
El Peugeot 207, el auto más vendido de Europa en el 2007, se ubica ahora en el puesto seis en su segmento de mercado.
Muchas voces comentan la necesidad de que Peugeot busque una alianza estratégica externa y se rumora que esta podría darse con el fabricante italiano Fiat.
Fuente: DPA