Una nueva dictadura que amenaza con prolongarse por tiempo indefinido se ha apoderado de la F1 actual. Se trata del dominio aplastante de la escudería Mercedes que ahora gobierna la categoría, tras haber logrado cinco victorias en igual número de carreras disputadas.
Pero la demostración de la hegemonía del equipo alemán no está solo en los triunfos, sino en la contundencia de los mismos. En el Gran Premio de España de la semana pasada, Rosberg cruzó la meta en segundo lugar 0,6 segundos por detrás de Hamilton, mientras que Daniel Ricciardo pudo llevar su Red Bull hasta el tercer casillero del podio apenas 49 segundos después del ganador.
Los dos Mercedes impusieron un ritmo de carrera tan fuerte e imposible de seguir para sus rivales que hasta se dieron el lujo de alcanzar a Marcus Ericsson (Caterham), el último piloto en pista, en la vuelta 22, y al propio Kimi Raikkonen, de Ferrari, pocos giros antes del final.
Las escuderías llegaron a España para iniciar el ciclo europeo de la temporada tres semanas después de culminar el habitual inicio de año en tierras asiáticas. El tiempo transcurrido y la llegada a los escenarios más conocidos por las escuderías anunciaba la incorporación de mejoras en los monoplazas, que podían reducir la brecha existente con los Mercedes.
No obstante, o las mejoras no brindaron los resultados esperados o fueron varios los equipos que lograron progresos notables, incluido el propio Mercedes, al punto de que mantuvo su hegemonía prácticamente intacta.
La única escudería que ha logrado progresos notables respecto del inicio del campeonato es Red Bull, pues al menos ha superado los problemas de fiabilidad de los que adolecía desde la pretemporada.
El rendimiento está aún lejos de igualar a las ‘flechas de plata’, pero pocos dudan de la capacidad de Adrian Newey para introducir las modificaciones que potencien el rendimiento del RB10 en cuestión de pocas carreras.
Sin embargo, el verdadero problema que se vive al interior del equipo de la bebida energética es el hecho de que el novato Ricciardo sigue obteniendo mejores resultados que Sebastian Vettel, lo cual al parecer está generando una situación tensa para el campeón mundial de los últimos cuatro años.
Se trata de una situación inédita, pues desde que llegó a Red Bull el alemán no había sido superado por su compañero de equipo, y aunque se mantiene al frente en la clasificación general, ese hecho podría cambiar pronto si la tendencia se mantiene como hasta ahora.
El caso de Ferrari y McLaren es diferente. La ‘Scuderia’ sigue mostrándose tan incapaz de desarrollar un auto competitivo como en los años anteriores y Fernando Alonso continúa acumulando frustraciones al ver que su talento no encuentra el complemento necesario.
En una entrevista con un medio local tras el GP de España, el asturiano sutilmente sugirió que sus esperanzas de verse campeón con Ferrari se esfuman, y que, como van las cosas, hasta podría darse el caso de que Ferrari no logre ninguna victoria este año.
Con su habitual mutismo, Raikkonen evitó hacer comentarios sobre el hecho de ser alcanzado por los punteros en la última carrera.
El jefe máximo de la firma, Luca di Montezemolo, volvió a arengar a los miembros del equipo para hacer su mejor esfuerzo y corregir los errores, a la vez que ofreció a sus pilotos un vehículo realmente competitivo para el Gran Premio de Canadá del próximo 8 de junio.
Pero ya son varias las ocasiones en las que el directivo ha hecho anuncios similares sin resultados, al punto de que los ‘tifosi’ italianos ya no le conceden mayor crédito.
McLaren, por su parte, al estar quemando los últimos cartuchos de su asociación con Mercedes, no parece muy interesado en desarrollar un monoplaza que en España volvió a quedarse sin puntos.
El regreso de Ron Dennis como jefe de equipo parece más enfocado a restablecer la exitosa sinergia con Honda en calidad de motorista desde el próximo año, por lo cual esta pudiera ser considerada una temporada de transición.
Así, con una F1 dominada por un solo equipo, la afición clama por cambios que van mucho más allá del sonido de los motores.