Tal como en los últimos cuatro años, la Fórmula 1 vuelve a estar dominada por el equipo que mejor interpretación le ha dado al reglamento vigente y que, en el 2014, es radicalmente diferente de lo visto en el pasado cercano.
Pero la escudería en mención ya no es Red Bull, aquella en la que se juntaron el talentoso pilotaje y hambre de gloria de Sebastian Vettel con la genial visión del diseño y la ingeniería de Adrian Newey, sino Mercedes, donde destacan la velocidad de Lewis Hamilton y Nico Rosberg, la impecabilidad mecánica del W05 y el liderazgo de Toto Wolff.
Para quienes valoran la alternabilidad de los triunfos en las diferentes pruebas del calendario, el panorama es poco alentador. Mercedes ha ganado los cinco grandes premios hasta ahora disputados de la temporada en curso, con diferencias abrumadoras respecto de los demás competidores.
Por ahora, ningún otro equipo o piloto se ve en condiciones de acercarse lo suficiente a Mercedes como para amenazar su aplastante supremacía. Todo indica que, una vez más, las emociones del campeonato 2014 de la máxima categoría se centrarán en la pelea por el tercer escalón del podio, pues los dos primeros ya parecen tener dueños asegurados.