El pasado 15 de marzo, el primer autobús eléctrico alimentado por baterías del mundo cumplió 10 días de circulación en el municipio de Diadema, en la región metropolitana de Sao Paulo, donde movilizó a más de 135 000 personas.
Silencioso y ligero, el autobús ecológico opera con pasajeros desde el pasado 5 de marzo dentro de la flota urbana convencional, en uno de los municipios de la mayor ciudad brasileña, que incluye vehículos movidos a diésel, etanol, biodiésel, hidrógeno y trolebuses.
El autobús eléctrico recorre diariamente 170 kilómetros dentro de la circulación de los varios viajes que realiza con su ruta en Diadema.
En una sinergia japonesa-brasileña, el chasís, carrocería y motor del autobús son fabricados en Brasil, mientras que las baterías y el sistema de recarga de energía provienen de la multinacional nipona Mitsubishi.
La combinación fue definida por el Gobierno del estado de Sao Paulo como un proyecto de transporte público “ambientalmente correcto”, y en sus primeros días de operaciones comienza a seducir a los pasajeros, que se sorprenden por el poco ruido del vehículo y su trepidación menos brusca.
El encendido se realiza desde un panel de control que monitorea el tiempo de recarga, los niveles máximos y mínimos de consumo y otras informaciones necesarias antes de poner en marcha al bus.
La profesora Evanir Souza, que todos los días utiliza la ruta, comparó el sonido del vehículo con la sensación de estar en un ascensor y lo definió como un “autobús ecológico”.
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Los 11 kilómetros de cada trayecto, con 124 pasajeros, se realizan en un espacio de 40 minutos entre la terminal de autobuses de Diadema y la estación Morumbí del sistema de trenes metropolitanos.
A pesar de que la estructura y el diseño del vehículo son idénticos a los del resto de la flota, como “emisor de polución cero” el autobús es una alternativa para enfrentar la “nueva realidad ambiental”, según señaló el presidente de la Empresa de Transportes Urbanos (EMTU) de Sao Paulo, Joaquim Lopes.
El proyecto brasileño-japonés es precursor en el mundo para un sistema de transporte a gran escala, en el que cada autobús es movido por 14 baterías de iones de litio recargadas en la noche durante entre tres y cuatro horas continuas, y en el día por 10 minutos cada 50 kilómetros.
Las baterías son similares a las de los teléfonos celulares, pero con una mayor capacidad y duración.
El Gobierno regional ahora busca descongestionar el servicio en todo el sistema, uno de los mayores retos que hace años afronta la mayor ciudad sudamericana.
“Para el planeta el autobús es saludable y puede operar casi como los movidos a diésel gracias a su capacidad de recarga y utilización de la energía”, señaló Iván Regina, gerente de Planificación de Transporte, Desarrollo Tecnológico y Medioambiente de Sao Paulo.
Regina espera que después de los seis meses de pruebas con pasajeros en este prototipo, los resultados técnicos y económicos permitan planificar una producción a gran escala para que este vehículo llegue a otras grandes urbes.
Fuente: EFE