El constructor japonés Toyota anunció que dejará de fabricar autos en Australia en el 2017 y que despedirá a 2 500 trabajadores, lo que dejará al país sin producción automovilística local.
La decisión de Toyota se suma a la de General Motors y Ford, que ya optaron por cerrar sus fábricas en vista de la creciente compra de modelos importados por parte de los australianos.
En los años setenta, tres cuartas partes del mercado estaba en manos de los fabricantes locales, mientras que la cuota está ahora por debajo del 15%. Toyota, que exporta la mitad de la producción de su planta de Melbourne, ya había advertido que quedarse como único productor en el país “implicaría una presión sin precedentes sobre la red local de suministros” y su “capacidad de fabricar automóviles en Australia”.
Por eso, tras el anuncio de GM y Ford (Mitsubishi se fue en el 2008), el jefe de Toyota Australia, Max Yasuda, aseguró que la insuficiente economía de escala y la fortaleza del dólar australiano son las dos causas fundamentales del cierre.
“Esta es una noticia devastadora para nuestros empleados, que han dedicado su vida a la compañía en los últimos 50 años. Hicimos lo que pudimos para transformar el negocio, pero hay demasiados factores que hacen inviable producir autos en Australia”, declaró Yasuda.
El sindicato australiano del sector dijo que la decisión hará que se pierdan “miles de puestos de trabajo” en el país.
Fuente: DPA