El ‘auto show’ chino ya es el más grande del mundo y uno de los más relevantes.
El Salón del Automóvil de Shanghái inauguró su decimosexta edición el pasado 20 de abril, con la aspiración de convertirse en la nueva gran cita mundial del motor.
El solo hecho de que el salón se organice en el mayor mercado del sector, que sigue creciendo a pesar de la ralentización de la economía nacional, convierte a Shanghái en un referente internacional.
Junto a las primicias mundiales, el énfasis de la muestra estuvo en los todoterreno, así como en los autos eléctricos e híbridos. Necesitada de más espacio, la feria llegó este año al flamante Centro Nacional de Exhibiciones y Convenciones de la ciudad, uno de los recintos más grandes del mundo, que casi se llenó.
El nuevo complejo tiene más de 350 000 metros cuadrados,
70 000 más que la sede anterior, y acogió a cerca de 2 000 expositores, 10 000 periodistas y más de un millón de visitantes en 10 días.
Salon Automovil Shanghai
El prototipo GLC del fabricante alemán Mercedes-Benz combina la funcionalidad de un SUV con la estética juvenil de un cupé. Podría llegar a producción.
Con su modelo deportivo eléctrico S, el fabricante estadounidense Tesla busca conquistar a los compradores chinos preocupados por el cuidado del entorno.
El XL1 es el híbrido enchufable con el que Volkswagen propone una alternativa de movilidad menos contaminante para las metrópolis del país asiático.
El Toyota FV2 es un prototipo futurista, capaz de conectarse física y emocionalmente con su conductor y de ofrecer una experiencia única de conducción.
En su nuevo recinto de 350 000 metros cuadrados, el salón es tan grande que los visitantes deben recurrir a mapas para no perderse en el interior.
El Fiat 500C, la variante descapotable del popular modelo italiano retro, causó sensación entre quienes prefieren los vehículos compactos para uso urbano.
El lujoso prototipo futurista F 015 de Mercedes-Benz plantea una opción de conducción autónoma mientras los ocupantes se relajan en el interior.
La fascinación de los amantes de los superdeportivos italianos llegó de la mano del Ferrari 488 GTB, del que se esperan buenas ventas en China.
Las novedades presentadas, como el Ford Taurus, son prueba de que el ‘auto show’ chino va ganando una importancia que lo pone cada vez más al nivel de grandes ferias del sector como los salones de Detroit, Fráncfort o Ginebra.
Como respuesta a la grave contaminación de muchas ciudades chinas, los autos más amigables con el medioambiente volvieron a tener protagonismo en la cita.
Entre las más afectadas figura la propia Shanghái, sobre la que el día de la inauguración de la muestra flotaba una capa de polución que ensombrecía el cielo.
Fuentes: EFE y AFP