La camaradería demostrada hasta el pasado Gran Premio de España entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg llegó a su fin en Mónaco, cuando los pilotos de Mercedes elevaron el nivel de la pugna que mantienen dentro de las pistas y lo trasladaron a otros ámbitos.
En declaraciones previas a la sesión clasificatoria de la carrera del pasado fin de semana en el Principado, Hamilton dijo que sus orígenes humildes le confieren mayor ‘hambre de éxitos’ que a su compañero de equipo alemán, proveniente de una familia acomodada.
Aparentemente enfurecido por los comentarios del inglés, Rosberg habría cometido un error voluntario en la clasificación para evitar la posibilidad de que Hamilton lograra la ‘pole position’ y sumara su quinta victoria consecutiva.
A escasos minutos de terminar la sesión, el alemán frenó demasiado tarde en una curva y se salió de la pista, motivando con ello que se levantaran las banderas amarillas. Hamilton, que venía un poco más atrás, se vio obligado a levantar el pie del acelerador, perdiendo con ello toda posibilidad de mejorar el registro de su compañero.
Rosberg pidió disculpas aduciendo que el incidente no había sido intencional, pero Hamilton no las aceptó. Al día siguiente, el campeón mundial del 2008 se sintió perjudicado por el equipo con la estrategia de ‘pits’ durante la carrera, que dijo había sido diseñada para favorecer al piloto alemán.
El enfrentamiento llegó a su punto máximo cuando Hamilton se rehusó a felicitar a Rosberg en el podio de los ganadores, ante la mirada de los espectadores y de la prensa, que no tardó en dar al hecho las más diversas interpretaciones.
“Distanciamiento total”, “hostilidad” y “guerra psicológica” fueron algunas de las frases con las que los principales diarios deportivos europeos (ingleses e italianos, principalmente) titularon sus ediciones del pasado lunes.
Toto Wolff y Niki Lauda, máximas autoridades de la escudería Mercedes, intentaron calmar los ánimos de sus pilotos, pero las intenciones de Hamilton no iban en esa línea. El piloto incluso aludió a la tirante relación que existió entre Ayrton Senna y Alain Prost en el equipo McLaren, a finales de los años ochenta.
“Me gustaba la forma de proceder de Senna y seguiré su ejemplo”, sentenció.
Mientras tanto, los directivos de Mercedes son conscientes de lo difícil que les será tratar de mantener bajo control a sus dos pilotos, pero la ventaja que ostentan sobre el resto ya es tan considerable que no creen que el duelo interno afecte los intereses del equipo.
Saben que el título de pilotos casi indudablemente será para uno de ellos, mientras que el de constructores ya lo tienen prácticamente en el bolsillo.
Por otro lado, los rumores sobre una eventual salida de Fernando Alonso de Ferrari a finales de este año van en aumento con cada nueva presentación gris de la ‘Scuderia’.
Versiones recientes dan cuenta de que la otrora relación idílica entre el español y el equipo italiano está seriamente fracturada, y que pudiera volver a McLaren a partir del próximo año en busca del monoplaza competitivo que los de Maranello no han podido proveerle en las últimas cinco temporadas.
A finales de este año se sabrá si estos rumores tenían sustento.