Brayan Angulo y Carlos Garcés tendrán su último duelo

Brayan Angulo (izq.) es delantero de Emelec. Carlos Garcés (der.) juega en el Delfín

Brayan Angulo (izq.) es delantero de Emelec. Carlos Garcés (der.) juega en el Delfín

Brayan Angulo (izq.) es delantero de Emelec. Carlos Garcés (der.) juega en el Delfín. Fotos: Mario Faustos/El Comercio y API

En agosto, Brayan Angulo recibió un llamado de atención de parte del cuerpo técnico, luego de un acto de indisciplina, que le sirvió para convertirse en la figura y goleador del equipo. Fue un mes de cambio.

El delantero tuvo que entrenarse con las reservas por dos semanas, debido a una falta disciplinaria. Héctor Rodríguez, asistente técnico, evitó dar detalles de la misma, pero mencionó que el llamado de atención era necesario para un futbolista de 22 años.

Rodríguez ve a Angulo como un delantero con proyección, por eso decidieron sancionarlo de forma interna. “Los jóvenes deben comportarse de manera correcta, al faltar a las normas, es lógico que se posterguen sus posibilidades (de actuar)”, dijo.

Esa falta hizo que Angulo se perdiera el juego de vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores, ante San Lorenzo y un duelo ante Fuerza Amarilla, por el torneo local.

Durante esos días, Pedro Quiñónez se acercó a conversar con él. El mediocampista es uno de los líderes de la plantilla y quien trata de orientar a sus compañeros más jóvenes. Le exigió responsabilidad.

Tras su regreso, el atacante tuvo una reunión con el cuerpo técnico y se comprometió a mantenerse dentro de los parámetros disciplinarios. Le costó retomar la confianza del entrenador Alfredo Arias, pero con esfuerzo le quitó el puesto al argentino Bruno Vides, que era el goleador del equipo.

Sus amigos lo apodan el ‘Cuco’. Él ahora atraviesa por la mejor racha de su carrera, con siete goles en los últimos seis cotejos. Esa producción le permitió alcanzar a Vides, con 12 tantos en el año. Su última anotación fue en la primera final, el miércoles pasado, ante Delfín.

Quiñónez destaca la técnica de su compañero. “Se le puede dar un pase y esperar que te devuelva el balón en el pie”, dijo. Antes de ser delantero, Angulo era volante creativo en las formativas de Rocafuerte.

Su entredicho con el cuerpo técnico quedó atrás, el atacante dice que fue un hecho aislado, que no se repetirá. Por otro lado, el goleador de Delfín llega a la segunda final recuperando su estado físico, tras superar una lesión. Una molestia en los aductores hizo que estuviera un mes y dos semanas fuera de las canchas.

Esta temporada ha sido la más productiva del atacante manabita. Con la camiseta de los cetáceos ya ha marcado 19 goles, la lesión cortó su racha.

“La lesión fue complicada, pero con trabajo pude recuperarme. Tuve recaídas, pero ya estoy bien para este último partido importante”, dijo.

Tuvo que ir a Guayaquil para su tratamiento. Los médicos aseguraron que se le podía acabar la temporada, pero regresó a las canchas ante la necesidad del club, por contar con su goleador en las finales.

Alexander Otero, el fisioterapeuta del club, fue el encargado de acelerar el proceso de recuperación del atacante. En su consultorio, a 10 minutos del complejo Los Geranios, en un barrio popular de Manta, trabajó hasta en doble sesión de rehabilitación para que el ariete volviera a las canchas.

El buen momento de Garcés hizo que la dirigencia del Delfín lo ‘blinde’. Extendieron su contrato hasta el 2020. Esto también le permitirá estar cerca de su familia y de su novia, con quien actualmente comparte un departamento en una urbanización cerca del estadio Jocay, en el sur de Manta.

Fabián Bustos, gerente deportivo, fue el encargado de la negociación. “Cuando le presenté la propuesta a Guillermo Sanguinetti, me dijo que iba a estar difícil, porque en Uruguay daban como hecho que ficharía por Peñarol”, dijo.

A sus 27 años, el delantero es la pieza clave del DT charrúa, su producción representa el 30% de los goles que sumó Delfín en la temporada.

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