En la Casa Blanca, durante un partido entre Liga y Manta en la primera etapa, se registró poco ingreso de público a las gradas del escenario deportivo. Foto: EL COMERCIO
Jaime Villavicencio, presidente de Liga de Loja, está en desacuerdo con el sistema de pago por evento (Pay Per View, PPV) en el Campeonato Nacional.
Él ha visto a hinchas de la ‘U’ lojana observando los cotejos por televisión en bares, restaurantes y hasta, a través de las ventanas, en sus domicilios, en lugar de asistir al estadio Reina del Cisne. Por eso planea, incluso, llevar a Machala el partido de su club ante Barcelona.
Él y otros directivos culpan a este sistema, que transmiten las operadoras Directv y Clarotv, por la escasa asistencia de aficionados a los estadios esta temporada. Pero otros admiten que los clubes tienen la culpa por no realizar una fidelización de socios, por las malas campañas de estos o porque no tienen la capacidad de ofrecer valores agregados en las programaciones.
La versión de Villavicencio se sostiene porque su equipo en el 2012 recibió por taquilla USD 1,2 millones. Pero la temporada pasada, cuando empezaron las transmisiones a través de Directv, esta cifra se redujo a USD 500 000. Ahora, el club sureño acumuló USD 358 131 en el primer semestre.
“La gente se ahorra dinero y mira el partido cómodamente en sus hogares con familiares y amigos. El club necesita apoyo de los aficionados en las gradas”, criticó el directivo lojano.
Esto contrasta con las campañas, los momentos de los equipos en el torneo, que influye en la decisión de los hinchas de acudir o no a los estadios. El Nacional, por ejemplo, recibió a Barcelona en el Atahualpa por la quinta fecha en la primera etapa. Es decir, cuando el campeonato aún estaba en fase naciente, con expectativa para los aficionados.
El escenario registró un ingreso de 32 000 hinchas, que dejaron una taquilla de USD 300 000. Sin embargo, el cuadro militar decayó en sus presentaciones y en la última jornada recibió a Liga de Loja, en un doblete en el cual compartió localía con Deportivo Quito. Allí, pagaron su boleto apenas 800 hinchas de ambos elencos, que dejaron una recaudación de USD 8 000, cuando la organización de una programación supera los USD 6 000 para pagar arbitraje, guardianía, etc.
El aficionado se desmotiva a ir al estadio a ver a su equipo cuando está en mala racha. Édison Pérez es un ejemplo. El profesional técnico de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Suptel) solía asistir a la Casa Blanca para ver a su querida Liga de Quito, pero la campaña irregular del conjunto azucena lo alejó.
“Se debe al pobre espectáculo que brindan los equipos y porque tampoco hay otros atractivos que llamen la atención”, justificó.
En ese momento cobra fuerza el servicio de las operadoras de televisión pagada, que ofertan la transmisión de la mayoría de los partidos por USD 15 mensuales. Además, el abanico de cotejos se expande con la señal abierta, que de los 266 encuentros que se disputan en el año, se televisa el 80% de ellos.
Jaime Estrada, presidente del Manta, argumenta que “sin ser determinante”, el sistema PPV ha influenciado en la baja asistencia de público a los estadios.
¿Cómo entraron en el negocio del torneo local? Las estaciones Clarotv y Directv adquirieron los derechos de transmisión a TC Televisión, canal incautado por el Gobierno y que es propietario del paquete con los partidos de las series A y B. El año pasado firmaron un contrato con una inversión que superó los USD 6 millones y en este, el costo bordeó los USD 7 millones.
La fortaleza de Directv, que tiene el 35% del mercado en televisión pagada en el país, es la oferta de los partidos de las ligas europeas y que no se transmiten por las señales de ESPN ni de Fox Sports. Así lo admitió José Antonio Cárdenas, gerente de Deportes.
Además, los valores agregados que ofreció para el Mundial de Brasil también fueron un enganche para captar nuevos usuarios. Por ejemplo, durante el primer semestre del año, Directv tenía 377 767 suscriptores, pero tras la cita ecuménica subió a 390 812.
Pero “no hay nada mejor que ver el fútbol en el estadio”, aseguró Santiago Ribadeneira, expresidente de Deportivo Quito. Él considera que los mismos clubes son responsables de la escasa asistencia por no realizar planes que mantengan cautivos a sus hinchas, como ocurre en países como España, Inglaterra o Argentina.