La Selección se convirtió en estos días en el imán para eventos públicos y privados.
Es solicitada por los anunciantes de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), autoridades de Gobierno, fundaciones, aficionados… todos quieren estar cerca de los futbolistas.
Esa euforia del Mundial es necesaria canalizarla con precaución, sin excesos que lleguen a alterar las planificaciones del cuerpo técnico y de los futbolistas.
Es el momento de una concentración total del grupo, que fundamentalmente abarque charlas técnicas, teóricas, ejercicios físicos, evaluaciones y conocimiento de los rivales.
Ahora no es el tiempo para agasajos ni para ceremonias, que después pueden pasarles facturas a la misma Federación y a los seleccionados. Y para eso lo más recomendable sería que se conformara una comisión que se encargue de representar a la Selección en todos los actos sociales.
Existe una preocupación en el entrenador Reinaldo Rueda porque su plan de entrenamientos se altera, justo en los días que tiene que elegir la nómina que llevará a Brasil y también preparar la estrategia para afrontar el debut ante Suiza, el 15 de junio.