Durante la última reunión de la FEF, su Presidente ha invitado a LDU a desafiliarse de la Federación, por el pecado de estar en contra de un esperpento jurídico elaborado por algunos de los asesores de este organismo, a pretexto de los derechos de televisión.
Es evidente que en la Federación el número de asociaciones es muy superior al número de los clubes. A todas luces, estos últimos son los que ponen el dinero, capacidad y esfuerzo de sus dirigentes para competir en torneos nacionales internacionales. Las asociaciones poco o nada tienen que hacer, a más de contribuir con las ya famosas “maletas viajeras” a través de las cuales se compran conciencias y votos. Es hora de crear una Federación en la que los clubes sean los protagonistas, en la cual las decisiones que tomen sean a favor de cada uno de ellos, salvaguardando sus intereses.
No es posible que la Federación tenga posiciones no compatibles con aquellos que, al fin y al cabo, “le dan de comer”. Y si tanto le molesta que un club se encuentre en desacuerdo, derecho proclamado en la Constitución, con una Resolución cuyo origen es, por decir lo menos, discutible, ¿por qué no renuncia usted?