En medio de una lluvia torrencial, el nivel de agua empieza a subir: la inundación es eminente. Entre todos los vecinos se levanta la tapa del sifón: el agua desciende. El teléfono de emergencias de la Epmaps no responde. Empapados y por enésima vez molestos con la situación, regresamos a levantar muebles, a echar el agua, a retirar el lodo con palas. No es la primera vez que esto sucede. Desde que la Unidad Educativa Municipal Eugenio Espejo empezó su construcción, los vecinos de la calle Manuel Jordán, aledaña a la institución, sufrimos estos “accidentes”. Algún momento se cambiaron los tubos de la alcantarilla; pero no se continuó con la pavimentación: tenemos canales de tierra apisonada a lo largo de la calle. ¿Qué espera el Municipio para hacer lo que debe en esta vía que se ha vuelto de alto impacto? Por este camino ingresan cientos de buses, busetas y automóviles con estudiantes de la Unidad Educativa. ¿Hasta cuándo tendremos respuestas serias? ¿Se espera que haya un accidente de proporciones, para actuar en forma efectiva?