Una vieja frase para describir un grupo de sujetos intocables, que por su posición casi divina son inmunes a tachas sobre su comportamiento, bueno en fin una alegoría útil cuando se quiere describir lo sucedido en la OEA esta semana, el Embajador de Panamá en medio de una disputa con el Embajador venezolano catalogó a la situación en Venezuela un tanto inconstitucional, en otras palabras dijo que los dueños actuales del poder en Venezuela estarían actuando fuera de la ley; pero seamos sinceros, muchas personas pensamos lo mismo, pensamos que si Chávez puede firmar por ejemplo un documento para nombrar al nuevo Canciller, y además el documento dice que se firmó en Caracas, algo muy extraño está pasando, lo que sucede es que hoy por hoy Chávez es una vaca sagrada, protegida por el grupo de países de la Alba y sus amigos secuestrados por la fortaleza de una verborrea que amenaza con desterrar de la revolución a quienes no se adhieran a sus tesis, y hoy la tesis es que Latinoamérica se debe poner a merced de un grupo de iluminados que nos llevarán al desarrollo lo cual es probable solo en el imaginario popular que ha visto que elegir una y otra vez a estos líderes es una revancha gloriosa contra quienes eran los dueños del poder en el pasado; lo que no entienden las vacas sagradas es que la institucionalidad es una de las bases de la democracia y las instituciones no son los edificios públicos nuevos o los nuevos ministerios creados para sostener una campaña política permanente para eternizarse en el poder, son las leyes señores, las leyes son las verdaderas instituciones donde se construye el progreso.