Los controles de tránsito que permiten la salida de buses de los terminales interprovinciales resultan superficiales e insuficientes, porque en los minutos de permanencia del vehículo solo se alcanza a revisar lo que a simple vista se observa, como es el estado de las llantas, luces y ver si el chofer del transporte no se encuentra en estado de ebriedad. Además de este simple control, es necesario que la Policía verifique un certificado de circulación del vehículo que debe ser emitido por la cooperativa, en él se especifica que ha cumplido con todos los chequeos mecánicos de acuerdo con lo que se recomienda para frenos, dirección, motor, niveles de aceites, ajustes a la carrocería, limpieza, etc. y la fecha en que debe realizarse otro chequeo de seguridad y los cambios necesarios debido al uso y deterioro del transporte… También debe ser verificado el tipo de licencia del conductor, que demuestre su experticia, así como el carné de la cooperativa que le acredita ser empleado y que ha cumplido con los chequeos anuales de su salud. De esta manera, en caso de incidentes en el viaje, el chofer pueda responder ante los posibles eventos que puedan darse en el camino a su destino, evitando que se dé a la fuga, como comúnmente ocurre.