Lo contrario de desarrollo puede ser limitación o, evidentemente, subdesarrollo. El término significa “situación de un país que no alcanza determinados niveles económicos, sociales, culturales, etc.”.
Solamente dos argumentos para justificar este aserto: la preponderancia, a veces grosería, de aquellos/aquellas que tienen que atender al público en oficinas públicas y privadas, almacenes, restaurantes, consultorios, hospitales, buses, etc. La docena, o poco menos, de binomios inscritos para las elecciones. ¡Por favor!, un país con una escasez agobiante de líderes de repente, con cientos de nombres. ¿Qué significa esto? Usted y yo lo sabemos.