Ecuador está de luto. Nos asoló uno de los terremotos más largos y fuertes que, en los últimos 20 años, han sucedido en Latinoamérica. Terrible impacto que segó muchas vidas, lastimó a personas y destruyó propiedades.
Pero aquí el objeto de esta carta. La solidaridad de nuestra gente no se hizo esperar, de todas las provincias, de toda la sociedad, la ayuda llegó y continúa haciéndolo. Además, internacionalmente, en todos los continentes se hizo una referencia al hecho y se ofreció su auxilio. En algunos lugares emblemáticos de varios países los colores de la bandera ecuatoriana lucían en señal de sus sentimientos.
Esto es muy valioso para nosotros, y pienso que para todos aquellos que atraviesen situaciones similares. Esto significa cercanía, ayuda, solidaridad, afecto. Qué maravilloso mundo tendríamos si siempre fuera así, sin necesidad de percances que lamentar. Gracias a todos.