Espero que el Sr. Ochoa, que es una especie de inquisidor de la prensa, no penalice a los ciudadanos que escriben a EL COMERCIO para opinar por lo que ven y escuchan. En base a este supuesto, me arriesgaré a decir que quedé confundido cuando el Sr. Correa dijo que como era curuchupa iba a asistir a la canonización de los papas; siempre pensé que los socialistas del siglo XXI eran cualquier cosa, menos curuchupas. En España afirmó que había transformado la educación; la realidad, en cambio, nos muestra el caos y la desesperación de los padres de familia en Guayaquil para conseguir un cupo para matricular a sus hijos. También habló sobre el milagro ecuatoriano; lo que no dijo es que algunos ecuatorianos viven de milagro; me refiero a los enfermos que acuden a las casas de salud del IESS y tienen que esperar algunos meses para ser atendidos; los que sobreviven forman parte del milagro ecuatoriano.