Guayaquil y Quito han realizado la convocatoria a los artistas para que participen en los salones de arte: de Julio y Mariano Aguilera. El primero con sobriedad invita a los artistas a presentar la obra, instalación o montaje que crean conveniente para que luego de ser seleccionada, sea expuesta durante las festividades de julio. El segundo, plantea dos aspectos: un premio para reconocer la trayectoria de un artista y otro para la creación e investigación. El objetivo del Salón de
Julio es premiar el valor de un artista por sí mismo. El segundo, premiará la trayectoria del artista, volviéndole a decir lo bueno que es, y premiará al
investigador, considerando así que el estudio formará un creador. Realizar un salón de artes para reconocer el pasado o formar a un artista, presenta una dicotomía entre lo que fue y lo que será, anteponiendo conceptos teóricos que no llevan a ninguna parte al quehacer cultural. El Salón de Julio, a no dudarlo, es la alternativa para los trabajadores del arte.
Jaime Eduardo Ruiz Cevallos