Me refiero a la carta del estimado lector señor Xavier Mejía sobre los ascensos y los cambios en el Ejército. Daría la impresión que la escribió antes de los sucesos posteriores al pedido de disponibilidad del Comandante General, general Marco Vera, que en su despedida sí hizo un señalamiento claro de ilegalidades si se insiste en el ascenso de tres coroneles. Luego otro general, Fabián Narvaez, se va con dignidad cuando se mantiene pendiente este pedido de ascenso. A confesión de parte, relevo de prueba. Los hechos, no las palabras, corroboran lo señalado en el artículo. Tampoco se ha despejado las interrogantes formuladas en torno a un caso que por ética y por delicadeza institucional y personal debió haber excusas porque no se puede abogar a favor de parientes, como se ha denunciado y se conoce al interior de FF.AA. Esto deslegitima cualquier decisión y de eso nada se dice ni se responde.