Las desmedidas ambiciones de los polÃticos que buscan terciar en la próxima contienda electoral no les permite advertir la realidad que se vive frente a la popularidad que crece dÃa a dÃa del seguro candidato a la reelección y por eso persisten en su equivocado empeño de inscribir sus nombres a costa de lo que sea, por quinta vez o más, cuando lo recomendable serÃa que adquieran un liderazgo más o menos acorde con el que mantiene Correa por encima de las crÃticas y los rechazos de los opositores, desde luego, encontrando un entendimiento para coincidir con un candidato único que ojalá pueda convencer al pueblo a base de capacidad, honradez, pulcritud, patriotismo, fortaleza y carisma, pues, de lo contrario están haciendo es abriendo calle de honor para que la cacareada revolución ciudadana continúe, quien sabe, ¡hasta cuando!