Así se tituló el artículo de Walter Spurrier (24-02). Un técnico serio y frío. Señaló: “A principios del 2015, el proyecto estratégico estrella que impulsa el Gobierno para cambiar la matriz productiva, la Refinería del Pacífico (RdP), se torna más factible (…)”. Con objetividad analizó lo positivo y lo negativo de la misma. Spurrier fue claro en su enfoque: “(…) la caída del precio del petróleo y el propósito de Arabia Saudita de impedir que se desarrolle la industria de esquistos mejora las perspectivas de que la RdP sea rentable (…), debe quedar solo para Petroecuador con 51% del capital social y PetroChina con 49%”. En fin, interesantes los puntos de vista de un experto en materia económica.
En contraposición, el mismo día, un politiquero frustrado, y con ínfulas de experto en megaconstrucciones, pontificó: “(…) Refinería del Pacífico=Cero, pero con cientos de millones de dólares gastados en remover tierra”.