El Gobierno sigue interesado en buscar la igualdad económica de los ecuatorianos, sin antes haber creado riqueza, como quisiera su propio candidato presidencial.
Lastimosamente, querer conseguir equidad a través de la tributación sabemos que es imposible, porque todas las cargas impositivas son susceptibles de traslado al momento de la transferencia de los bienes y servicios. La única vía indicada para la redistribución de la riqueza es la “inversión” pública (no gasto corriente) en salud, educación, vivienda y otras ayudas sociales, de tal suerte que los costos de ellos sean los menores para los sectores de bajos ingresos.La vieja idea de que solamente los tributos “indirectos” son transferidos a los demás, está totalmente superada por las investigaciones realizadas por diferentes organismos internacionales, por lo cual proyectos como el de la plusvalía son ineficientes, porque el dueño de la propiedad que vende, traslada la carga tributaria al comprador, siendo éste, en última instancia el que absorbe el gravamen. Esto los técnicos, medianamente informados, lo saben, pero políticamente conviene insistir en el proyecto para demostrar el acercamiento al pueblo.