En su polémico libro ‘La dictadura de la comunicación’, el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, nos invita a reflexionar sobre el papel actual de los medios. Sostiene este ensayista que la prensa debe ser liberadora y fomentar el conocimiento, sin convertirse en una imposición social, un producto de consumo o una tiranía que manipule y oprima nuestra vidas. Sorprende, por tanto, que la Secretaría de propaganda del Gobierno use una cita descontextualizada de Ramonet para atacar con dedicatoria a Ecuavisa -y por extensión a todos los medios no oficiales-, cuando esta crítica más bien debiera aplicarse y con exactitud a los medios públicos del Gobierno. Es obvio que la prensa estatal, a través de sus editorialistas y reporteros, ejerce una persecución implacable y sistemática contra el periodismo libre, (en vez de hacerlo contra la delincuencia) al mismo tiempo que acolita la impunidad de los funcionarios involucrados en corrupción