Para la construcción del Metro, el Alcalde de Quito ha mencionado que va a estudiar la contratación de un crédito adicional, para cubrir la diferencia del costo referencial.
Debe meditarse en que esto constituiría una carga financiera más para la ciudad, que por supuesto, debería ser cubierta con los ingresos corrientes de la Municipalidad capitalina, imposibilitando la ejecución de otras inversiones prioritarias para Quito. El Metro de por sí no es autofinanciable. Las tarifas que se cobran en otras ciudades como Buenos Aires (USD 0,50) o Santiago de Chile (USD 1,20), son valores más elevados que los que se mencionan se cobrarían en Quito. Debe estudiarse con detenimiento, el valor real del subsidio que se cargaría también a la economía de la ciudad. Todos estos elementos obligan a pensar en soluciones más económicas e igual de eficientes, como el tren rápido. No podemos ser obsesivos con la idea del Metro.
Busquemos otras soluciones en beneficio de los futuros habitantes de Quito. No dejemos sobreendeudada a la ciudad.